11/10/2012 (Equipo de Comunicación IndÍgena Originario).-
La Confederación de los Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) continúa reunida en la ciudad de Santa Cruz en su Sexta Comisión Nacional, donde analiza la situación de la organización compuesta por 34 pueblos del oriente, Chaco y Amazonía. Representantes de todo el país y de América latina evalúan cómo volver a unificarla, luego de que el Gobierno nacional operara para crear una CIDOB paralela, dócil a toda política del Movimiento Al Socialismo (MAS). Edwin Vásquez, de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), dijo que “el gobierno de Evo Morales hace respetar los derechos de las grandes empresas transnacionales, pero no respeta los derechos de los pueblos indígenas”.
La Confederación de los Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) continúa reunida en la ciudad de Santa Cruz en su Sexta Comisión Nacional, donde analiza la situación de la organización compuesta por 34 pueblos del oriente, Chaco y Amazonía. Representantes de todo el país y de América latina evalúan cómo volver a unificarla, luego de que el Gobierno nacional operara para crear una CIDOB paralela, dócil a toda política del Movimiento Al Socialismo (MAS). Edwin Vásquez, de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), dijo que “el gobierno de Evo Morales hace respetar los derechos de las grandes empresas transnacionales, pero no respeta los derechos de los pueblos indígenas”.
Este encuentro es apoyado por la COICA, integrada por
pueblos de nueve países que reconocen al directorio de la CIDOB
presidido por Adolfo Chávez como el único legítimo. También participó la
Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), que reúne a
pueblos de seis países. “Aquí está Sudamérica para apoyar a la
confederación” de las tierras bajas, dijo tata Rafael Quispe,
coordinador de Integración Política de los Pueblos de la CAOI.
El
Consejo Continental del Pueblo Guaraní, presidido por Celso Padilla,
está en la Sexta Comisión Nacional. Vinieron afiliados de Argentina,
Brasil y Paraguay, quienes declararon su apoyo a la CIDOB legítima. Oriel
Benites, del pueblo Kaiowa, de Brasil, hizo un pedido a los locales.
“Ya pasé mucho peligro, pasé mucho sufrimiento, derramé muchas lágrimas
por causa de mi pueblo indígena. Pido a todos los que están acá que
sigan la lucha con fuerza, porque siempre hay una presión negativa del
propio Gobierno. Pero eso no tiene que jugarnos en contra, tenemos que
fijar nuestro objetivo y luchar por nuestro derecho al territorio. En
Brasil voy a divulgar la situación de ustedes, pueden contar con el
apoyo del pueblo Kaiowa, porque la lucha es una sola”. El joven
recomendó esforzarse por convencer a los indígenas actualmente vendidos
al MAS. Y finalizó con el recuento de varios nombres de hermanos
asesinados por intereses de empresas agroindustriales y sojeras del Mato
Grosso.
Edwin Vásquez, coordinador general de la COICA, contó los
motivos de su viaje a Bolivia. “Uno de los mandatos de la Asamblea de
la coordinadora es acompañar a las organizaciones miembro –en este caso
la CIDOB- en sus actividades, en sus demandas y en sus reivindicaciones
por los derechos de los pueblos indígenas, básicamente al territorio”,
comentó.
“Debemos buscar estrategias para hacer frente a la
política de este gobierno, que está atropellando los derechos de los
pueblos indígenas. Como COICA acompañamos y vamos a acompañar en este
proceso. Este Gobierno atropella la estructura orgánica del movimiento
indígena, a través de la CIDOB, que no es una instancia o una estructura
del Gobierno. Fue creada la directiva paralela de la CIDOB para que el
Gobierno pueda controlarla, tenerla sometida a favor de alguien, no a
favor de los derechos de los pueblos. La COICA respalda esta directiva
(la de Chávez), toda vez que es la directiva más representativa, cuenta
con el apoyo total de las organizaciones comunales de base de la CIDOB”,
aseguró Vásquez, del pueblo Huitoto, de Perú.
Al coordinador de
la COICA no le preocupa el aplicado trabajo del Gobierno nacional para
destruir a las organizaciones indígenas críticas a las políticas de
Morales. “Toda intención mala siempre se va cayendo. Y el directorio
paralelo se va a caer porque no tiene una estructura como la de la CIDOB
legítima, que es una organización de 30 años. Y su experiencia de 30
años no es justamente para fortalecer la división, sino para fortalecer
la unidad del movimiento indígena”, consideró.
Para Vásquez, la
clave del fortalecimiento pasa por llegar hasta las bases en las
comunidades. “Debemos imponer la política indígena de la unidad frente a
la política de división del Gobierno. Como COICA vamos a buscar
recursos económicos para que nuestros dirigentes y hermanos de la CIDOB
puedan estar más cerca de las comunidades y así logren afrontar a este
Gobierno divisionista de los pueblos indígenas. No vamos a permitir la
destrucción de las organizaciones, como intentó hacer el gobierno de
Alan García en Perú en 2008. Aunque algunos hermanos habían traicionado
al movimiento indígena, fueron fácilmente derrotados porque no tenían
representación. Lo mismo sucede aquí y ya sucedió en Ecuador y en
Colombia, siempre los gobiernos intentan y nunca no logran su objetivo
final”, comentó.
De todos modos, el accionar del presidente
Morales no deja de causarle desilusión. “La gran mayoría tenía
esperanzas de que un Gobierno indígena en Bolivia fuera un ejemplo a
nivel internacional. Había un Presidente indígena que defendía a la
Madre Tierra y a la Pachamama, como decía él. Nos hemos decepcionado
profundamente”, dijo el coordinador de la COICA.
“En los
territorios de los pueblos indígenas hay petróleo, oro, recursos
naturales no renovables, renovables inclusive. Si un Presidente, sea o
no indígena, no sabe manejar una política realmente de consenso, de
diálogo, de consulta, si no respeta los derechos de los pueblos
indígenas va a haber un conflicto tremendo. El gobierno de Morales hace
política con soberbia, solamente hace respetar los derechos económicos
de las grandes empresas transnacionales y no respeta los derechos de los
pueblos indígenas. Ahí está el conflicto. Pero siempre vamos a estar en
defensa de nuestros derechos. Así como nuestros hermanos decían: ‘Hemos
conseguido nuestros TCO (Territorios Comunitarios de Origen) con lucha y
con lucha los vamos defender. El movimiento indígena no está a la
ofensiva, sino a la defensiva de sus derechos y territorios”, dijo
Vásquez.
El Gobierno nacional promovió la división de la CIDOB
para desembarazarse de las resistencias a la construcción de la
carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos por medio del Territorio
Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), casa grande de los
pueblos Mojeño, Chimán y Yuracaré. Para Vásquez, la fantochada de
consulta montada según la ley 222 “no es una consulta. No se hace la
consulta cuando ya se ha generado un conflicto, sino antes del
conflicto. La consulta debería ser bien informada, transparente, para
que las comunidades puedan tomar la decisión final. Debería haber una
participación amplia de la población a consultar, pero no es el caso de
la supuesta consulta el TIPNIS, que tiene una oposición firme sustentada
en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y
en la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de las
Naciones Unidas”, agregó.
“Digamos cómo nos sentimos. Cómo nos
vemos”, pidió Chávez a las y los indígenas reunidos. Hasta ahora, siete
de las 13 regionales de la CIDOB dijeron qué piensan. Hoy hablarán
representantes de las seis que faltan para tomar una decisión.
(Equipo de Comunicación Indígena Originario)
No hay comentarios:
Publicar un comentario