15.10.11

Análisis del Conflictividad en la TCO de Alto Parapetí del pueblo guaraní


Los principales conflictos en la zona de Alto Parapetí se dan entre las comunidades guaraníes y los propietarios particulares quienes lograron consolidar sus predios al interior de esta Tierra Comunitaria de Origen, y tienen que ver con la vulneración de los limites territoriales entre ambos sectores. Entre los temas más frecuentes pueden destacarse disputas sobre limites entre predios específicos y la entrada del ganado que pertenece a los terceros a las tierras comunales, hecho que repercute en el aprovechamiento de agua y terrenos de pastoreo que forman parte de la propiedad colectiva indígena. Otros casos parecidos tienen que ver con el pirateo de madera. Los sucesos mencionados ocasionan daños graves a los potreros, agricultura e infraestructura comunal y perdidas económicas puesto que los terceros utilizan los terrenos de pastoreo y cultivo que podrían ser ocupados por las familias indígenas
Con la finalidad de resolver estos conflictos se convoca a las reuniones, cuyos productos son arreglos informales con los propietarios. No obstante, debido a que estos acuerdos no tienen valor legal, las comunidades no disponen de los mecanismos y recursos que les permiten exigir su cumplimiento. Por lo tanto, la mayoría de los propietarios sigue con las prácticas de avasallamiento y aprovechamiento de los recursos naturales de las comunidades.
Entre las causas más frecuentes de estos acontecimientos están la falta de respeto de las delimitaciones establecidas en el proceso de saneamiento y el no-reconocimiento de los títulos de propiedad agraria. En algunos casos, los patrones alambran partes de las tierras comunales atribuyéndose los derechos sobre estos predios.
Uno de los conflictos más importantes, continuo desde el año 91, se produjo entre la comunidad de Yaiti y la profesora de la escuela local, esposa de uno de los hacendados que viven en los predios colindantes. La maestra fue acusada y denunciada por comportamientos discriminatorios y maltrato psicológico de los alumnos. Los mismos se expresaron en el uso de insultos y atribuciones que insinúan el retraso cognitivo de los estudiantes debido a su pertenencia a la etnia guaraní. Uno de los comunarios entrevistados afirmó que la profesora dice con frecuencia que “los guaraníes son flojos y no tienen capacidades”.
Los representantes de la comunidad han realizado denuncias al Servicio Distrital y Departamental de Educación, Federación de maestros, solicitando reemplazo de la profesora. No se han obtenido resultados favorables, lo que tiene que ver, según la percepción de los informantes, con la existencia de nexos familiares entre las autoridades mencionadas y los patrones.
Otros temas conflictivos tienen que ver con pocos avances en el tema de conciliaciones laborales y retraso o falta de pagos correspondientes por parte de los patrones. Vale mencionar que la obtención de pagos a partir de las conciliaciones laborales es considerada por los comunarios como un elemento fundamental para restituir los derechos del pueblo guaraní tras más de un siglo de opresión y servidumbre.
Existe un conflicto significante entre la Capitanía y el propietario de uno de los predios que se encuentra en proceso ante las instancias judiciales por la demanda de reversión debido a la existencia de relaciones servidumbrales. El patrón sigue ejerciendo control sobre los habitantes de una comunidad cercana guaraní y algunos dirigentes reportaron haber recibido amenazas de su parte. Aproximadamente 11 personas viven y trabajan permanentemente en la hacienda mencionada. Sus condiciones laborales mejoraron recientemente, a partir de la demanda de reversión de esta propiedad y de las inspecciones del Ministerio del Trabajo. Este factor obligó al propietario a implementar una estrategia para contrarrestar el proceso mediante el otorgamiento de los beneficios y garantías sociales a sus empleados. El caso de esta propiedad se encuentra impugnado ante el Tribunal Agroambiental a la espera de la sentencia final que va a determinar si la superficie será dotada a la TCO Alto Parapetí o consolidada a favor del tercero. No obstante, los lazos paternales entre el hacendado y los comunarios, la dependencia económica (trabajo para el patrón es la fuente principal de ingreso), violencia psicológica ejercida sobre los peones (amenazas), sumados estos factores a bajos niveles organizativos y poca vinculación orgánica con la Capitanía así como la falta de información y conocimiento sobre los derechos territoriales y el proceso de reconstitución territorial, hacen que esta comunidad se mantiene muy vulnerable frente a la influencia del patrón.

En una de las comunidades se ha detectado un conflicto que tiene que ver con la cooptación política de los comunarios por parte de los terceros, mediante su vinculación al proyecto político de la agrupación Verdad y Democracia Social (Verdes). La disputa surge periódicamente en épocas de elecciones y campañas políticas, y, como resultado, algunas familias guaraní mantienen la relación cercana con el tercero lo que causa peleas y división al interior de la comunidad así como un deterioro de los vínculos con la capitanía. Es importante señalar, que las autoridades comunales adviertieron la posibilidad de aplicación de justicia comunitaria a las familias infractoras, si es que estas vuelvan a aliarse con los patrones.

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