Jorge López Videla, propietario de un predio ubicado a 13 km de Coroico, se encuentra retenido por un grupo de comunarios de Santa Bárbara, luego de haber herido a un campesino con un disparo de arma de fuego. Las partes involucradas tienen diferentes versiones sobre el hecho, que deviene de un conflicto por la ocupación del predio.
Los propietarios arguyen que los lugareños intentan despojarlos del bien, y los campesinos aseguran que sólo pedían un espacio de tierra para una cancha comunitaria y reclaman que la familia López no participa en las labores de acción comunal.
En contacto telefónico con La Razón, Elsa de López, esposa del propietario, informó que el lunes amigos de la familia les informaron desde Coroico que la propiedad se quemaba. “Entonces partimos a las 16.00 y llegamos a las 19.30 y vimos cómo el fuego consumía parte de los más de 6.000 árboles cipreses plantados por nosotros”.
Agregó que con ayuda de comunarios se sofocó el fuego. “Después nos quedamos a descansar en el lugar y hoy (ayer) por la mañana aparecieron los comunarios para echarnos”.
Según su relato, un grupo de 10 personas llegó al predio con reclamos de una supuesta propiedad. “Decían que es su casa y su propiedad, nos empujaron y nos tiraron piedras. Nos separaron y me golpearon. Al ver eso, mi esposo reaccionó, sacó su arma disparando un tiro al aire”, aseguró.
Reportes de las redes Unitel y ATB mostraron a uno de los campesinos con una herida en el rostro; el efectado aseguró que López le disparó de frente, lo que provocó la ira de sus compañeros. Éstos retuvieron a López y lo trasladaron a su comunidad, según se vio en las imágenes.
De acuerdo con el relato de un trabajador del lugar, López fue amarrado a una silla y golpeado. “Yo casi corro la misma suerte, pero hubo gente que no permitió que me lleven”, dijo la esposa. Otro de los familiares denunció que López se encuentra en Santa Bárbara atado y rodeado de cachorros de dinamita. Los familiares del propietario del predio se comunicaron con autoridades departamentales y policiales para pedir su rescate.
En declaraciones a ATB, el comandante departamental de la Policía, Félix Segales, informó que ayer a las 18.00 ingresaron a la comunidad el fiscal de materia de Coroico, Juan Villarroel, y el oficial mayor de la Alcaldía, René Valencia, “para realizar una negociación y dar una salida dialogada, mientras las autoridades competentes determinen lo que corresponda de acuerdo a ley”.
El conflicto surgió en junio, cuando los comunarios pidieron a la familia López ceder 40 metros de su propiedad para ampliar la cancha de fútbol. “Bajo presión, accedimos al pedido, no hubo problema. Sólo hemos pedido que no quemen los árboles”, recordó Elsa López.
Agregó que dos semanas después los comunarios quemaron el sector aledaño a la cancha, las plantaciones y una cabaña. “Cuando reclamamos por qué quemaron, respondieron que las bases lo ordenaron y amenazaron con seguir quemando. Luego nos pidieron papeles y después nos dieron plazo de 48 para dejar la propiedad en la que vivimos 23 años”.
Un negocio familiar
Jorge López Videla compró la propiedad hace 23 años. Con una visión de negocio, plantó cerca de 6.000 árboles de cipreses con la idea de comercializar la madera preciosa. Junto a su esposa cuidaron durante varios años la zona. Los comunarios quieren 40 metros de su territorio que tiene una extensión de 50 hectáreas.
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