Thomas Candía, coordinador de juventudes de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), aseguró que la construcción de la carretera que unirá Villa Tunari (Cochabamba) con San Ignacio de Moxos (Beni) provocará el aumento del tráfico de madera, debido a que con esta vía cualquier persona tendrá la posibilidad de ingresar a esta reserva forestal.
“La carretera Villa Tunari a San Ignacio de Moxos va a tener un impacto fatal para el movimiento indígena que habita este territorio y otro es la represa que se haciendo en la frontera con Brasil”, afirmó.
Asimismo, expresó su preocupación por el impacto que este proyecto carretero tendrá sobre la fauna, puesto que muchos cazadores furtivos tendrán la facilidad de acceder a este territorio y podrían desaparecer algunas especies animales.
Además, manifestó que los ríos corren el riesgo ser contaminados con los desperdicios echados por empresarios madereros que podrían ingresar de manera ilegal, poniendo en riesgo a muchas especies de peces que sirven de alimentos para los comunarios indígenas.
Candía sostuvo que al dar viabilidad a la construcción de esta carretera el Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro Secure (TIPNIS) quedará divido, alterando su sistema social, cultural y político de este pueblo, puesto que podrían darse asentamientos de personas ajenas a sus costumbres.
El dirigente expresó su molestia, porque a su entender el gobierno no está respetando el derecho a la consulta que tienen los pueblos indígenas a la hora de aprobar proyectos que afectan a sus territorios.
http://www.indigena.erbol.com.bo/noticia.php?identificador=2147483932439
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