8.6.10

El caso de los ayoreos no-contactados: hacia un marco normativo para la protección de los derechos de los pueblos en aislamiento voluntario en Bolivia

Viven arrinconados por los ganaderos, terratenientes y misioneros. Cada día tienen que enfrentar la creciente expansión de la sociedad occidental que pone en peligro su vida, amenaza su integridad física y limita la libertad de cultivar sus prácticas ancestrales. Ahora gracias a la iniciativa de la Central Ayorea Nativa del Oriente Boliviano (CANOB) los grupos del pueblo ayoreo en aislamiento voluntario contarán con un instrumento legal que tiene la finalidad de proteger su derecho a permanecer en esta condición.
Desde el año pasado la CANOB con el apoyo del CEJIS(1) y en coordinación con el Viceministerio de Tierras viene trabajando un proyecto de decreto supremo para la protección de los grupos del pueblo ayoreo que se encuentran en la situación de aislamiento voluntario. El mismo tiene por objeto reconocer la existencia de la población ayorea en la condición de aislamiento, determinar provisionalmente un área inmovilizada(2), transitada por estos grupos con medidas de protección de carácter inmediato así como definir los procedimientos especiales de delimitación, monitoreo, protección y consolidación legal del área inmovilizada y establecer las atribuciones específicas del Viceministerio de Tierras.

La situación del pueblo ayoreo en Bolivia
El pueblo Ayoreode, que en su historia difícilmente sobrepasó el número de 5.000 personas, construye la visión propia del territorio a través de la vida nómada. Históricamente, la superficie que ocupaban los diversos grupos estaba determinada por el aprovechamiento estacional de los recursos naturales. Esta manera de vida implica la necesidad de acceso a una mayor extensión de tierra que la de un pueblo sedentario(3).
En la actualidad la etnia ocupa un territorio separado por la frontera entre Bolivia y Paraguay y suma alrededor de 4.200 personas(4). Aparte de los grupos que siguen viviendo en el monte y sin contacto, la mayoría del pueblo Ayoreo vive ya en asentamientos fijos. Según los datos del año 2009 hay unos 22 asentamientos en Bolivia y alrededor de 13 asentamientos en Paraguay(5).
En Bolivia la instancia organizativa del pueblo ayoreo es la CANOB, fundada en el año 1987, que interpuso una sola demanda territorial, dividida entre cuatro diferentes zonas. Culminado el proceso de titulación en el año 2000, estas zonas se convirtieron en cuatro TCOs: Tobité, Zapocó, Rincón del Tigre y Santa Teresita(6).

El día de hoy el pueblo ayoreo se encuentra afectado por la destrucción de sus ecosistemas tradicionales, resultado de la transformación de las grandes extensiones del monte chaqueño en pasturas para ganadería. Los contactos con la sociedad envolvente han repercutido en la ruptura de la convivencia equilibrada que tenían los ayoreos con la naturaleza lo que ha causado el deterioro paulatino de su calidad de vida. Las actividades comerciales y productivas de la sociedad dominante afectan a los territorios ancestrales de este pueblo y disminuyen dramáticamente las posibilidades de su desarrollo futuro(7).

Localización e identificación de los grupos en aislamiento
De acuerdo a su ubicación los ayoreos en aislamiento en Bolivia se encuentran en situaciones de distinto grado de vulnerabilidad. Algunas de sus áreas de transición pertenecen a los parques nacionales, otras son colindantes con los territorios y demandas de titulación colectiva de otros pueblos indígenas: la demanda del pueblo chiquitano y la TCO Isoso del pueblo guaraní. Por lo tanto, en el proceso de titulación de la propiedad colectiva de los ayoreos del monte es necesario clarificar estas cuestiones con las organizaciones indígenas correspondientes, con la finalidad de garantizar el dialogo entre diferentes pueblos ya que sus reclamos son igual de legítimos siendo originados en su preexistencia. Dada la extrema vulnerabilidad de los ayoreos en aislamiento voluntario, el Estado debería tomar medidas urgentes para priorizar la titulación del territorio para estos grupos.
Según la información suministrada por la CANOB y mapas elaborados por IA- UNAP(8), los grupos Ayoreos en aislamiento voluntario habitan las siguientes áreas en el departamento Santa Cruz, provincias Chiquitos, German Busch, Cordillera:
I. Parque nacional Kaa Iya;
II. Área de tránsito localizada en la demanda de la TCO Ayorea Ditiode;
III. Parque nacional Otuquis;
IV. El área de sobreposición con la demanda territorial del pueblo chiquitano.
V. El área de sobreposición con la TCO guaraní Isoso.
De acuerdo a los datos proporcionados por el antropólogo Bernardo Fischermann, el segmento de ayoreos aislados que habitan el parque Kaa Iya, situado en la parte occidental del Chaco Boreal boliviano, está conformado por dos subgrupos locales y las familias en aislamiento, expulsadas hace tiempo de sus entes locales de origen. A veces estas familias se juntan con otros grupos y se encuentran forzadas a huir de los demás entes locales, corriendo el riesgo de ser atacados por ellos(9).

Uno de los subgrupos identificados está conformado por las familias pertenecientes al grupo local Tachei goosode que salió del bosque en 1972. Su territorio ancestral abarcaba la región al sur de la línea férrea, entre San José de Chiquitos y Roboré, sin embargo no hay más indicios de su permanencia en esta área(10).

El otro grupo que está viviendo en el monte es un subgrupo de los Totobie Goosode- sus parientes salieron del bosque en 1979, 1987 y 2004. El grupo, que fue contactado en 1987, reportó la existencia de otro grupo, formado de 17 personas con el liderazgo de Ugaguede. El grupo que salió el 3 de marzo de 2004 era conformado por 17 personas, y por las divergencias entre líderes se había separado de otro grupo menor que se encuentra hasta ahora en aislamiento. Al momento de la separación, este grupo contaba con nueve personas y era liderado por Jonoine, hijo de Ugaguede(11).
Llama la atención el crecimiento poblacional- de 17 a alrededor de 26- de los Ayoreos que se quedaron en aislamiento voluntario. Los casamientos tardíos, control de natalidad e infanticidio, son los mecanismos tradicionales a cuales acuden los Ayoreode para mantener el equilibrio entre la cantidad de personas y recursos disponibles en su entorno. Este aumento demográfico demuestra una actitud positiva que tienen los grupos en el monte hacia su futuro(12).
Vale mencionar otro grupo Ayoreo desconocido, que se encuentra recorriendo la zona fronteriza entre Bolivia y Paraguay. Es un grupo bastante grande, (se supone que cuenta con más de 50 personas) que se formó probablemente después de una de las frecuentes guerras inter tribales. Aparece frecuentemente en el lado boliviano, en el Parque Kaa Iya. Sus localidades tienen dos casas grandes y sus campamentos tienes 10 hogares (cada uno compartido por una familia extensa)(13).

Riesgos y amenazas
En cuanto a la identificación de riesgos que corren los grupos mencionados resalta el trabajo de la ONG “Iniciativa Amotocodie” de Paraguay, que acompaña desde la distancia a los grupos ayoreos del monte sin contacto, sigue sus movimientos y lucha por la protección de sus derechos a la vida, autodeterminación y a la integridad de su hábitat ambiental, cultural y espiritual(14).
En las fechas de 23 - 28 de Febrero del 2009, el equipo de la Iniciativa Amotocodie realizó un viaje a las comunidades de Guiday Chay, Poza Verde, Porvenir, Puesto Paz y Barrio Bolívar (ciudad de Santa Cruz de la Sierra), departamento de Santa Cruz, con la finalidad de levantar información sobre los grupos aislados(15). Según los datos obtenidos, se detectó la presencia de la gente del monte en los alrededores de la comunidad Guidai Chay mediante las evidencias como huecos de avispas y huellas.
Es llamativo el hecho de que los ayoreos de la zona prefieren no hablar de los indicios de la presencia de sus hermanos no contactados por miedo de los patrones menonitas. Los integrantes de estas comunidades encuentran trabajo en las haciendas cercanas puesto que la zona donde se encontraron las señales de la gente del monte corresponde a las áreas de expansión de la producción de soja. Durante la estadía del equipo de trabajo en Guidai Chay, algunos Ayoreos dijeron estar esperando una “orden de los misioneros” para ir a buscar y contactar a los ayoreos aislados(16). Adicionalmente, la IA ha recibido durante los últimos años los testimonios que indican claramente la intención de muchos patrones de sacar a los aislados de sus territorios (se había ofrecido recompensas a los ayoreos de las comunidades sedentarias para que contacten sus hermanos del bosque)(17).
Estos datos preocupantes reflejan la magnitud de riesgo que corren los grupos aislados al estar constantemente amenazados por la posibilidad de contacto forzado. No cabe duda, que las experiencias de contacto son traumáticas para los ayoreos en aislamiento igual que para sus hermanos, forzados a realizar el acercamiento. Las dramáticas consecuencias de haber dejado el monte (la pérdida del territorio ancestral, la extrema pobreza y la alternación de las prácticas culturales) urgen a tomar medidas eficaces de protección de estos grupos en la situación de alta vulnerabilidad. Según los testimonios recogidos por el equipo IA, en la zona persisten los mismos actores de hace más de 30 años: misioneros con el objetivo de evangelización, ganaderos, empresas petroleras y otros responsables del deterioro y reducción de los territorios ancestrales de este pueblo(18).
Por las razones expuestas es evidente la necesidad de tomar medidas urgentes para precautelar la seguridad de la gente del monte. Es de ahí la iniciativa de la CANOB que plantea al gobierno boliviano la urgencia de realizar acciones inmediatas para la protección de los grupos aislados ayoreos. Cómo parte de esta iniciativa se está proponiendo una figura jurídica que garantice el ejercicio de sus derechos a la vida, integridad física y reproducción cultural.

La propuesta del decreto supremo
En la actualidad, el proyecto del decreto supremo para la protección de los grupos del pueblo ayoreo en aislamiento voluntario se encuentra en proceso de revisión y negociación con el Viceministerio de Tierras y otros entes estatales. El instrumento jurídico está orientado principalmente a definir las medidas de protección de carácter inmediato y determinar los procedimientos para la futura consolidación territorial. Por lo tanto, el decreto se constituye en una solución de corto plazo con miras a asegurar la propiedad colectiva de los ayoreos no contactados mediante las próximas normas que se prevé sean emitidas al respecto. La necesidad de elaborar más normas puede dilatar el proceso puesto que el trabajo sobre el proyecto del decreto mencionado se viene desarrollando desde hace más que un año. La retardación puede repercutir negativamente en la situación de los grupos que se pretende proteger dada la constante expansión de los agentes externos en su territorio ancestral.
Después de la aprobación del decreto queda pendiente la aplicación del saneamiento. El procedimiento requiere máxima precaución y debe ser implementado bajo el principio de no-contacto, considerando la vulnerabilidad de los habitantes indígenas. De ahí surgen varios problemas, en su mayoría relacionados con la presencia de los terceros en el territorio que habitan los ayoreos aislados y la necesidad de establecer un mecanismo legal que respete a su vez el derecho propietario de estas personas. Los dirigentes de la CANOB enfatizan en la necesidad de desarrollar procesos de sensibilización dirigidos a la población asentada en la zona con el objetivo de visibilizar la situación de los ayoreos del monte. “Hay que mandar cartas, hacer conocer a las personas para que no destruyan al ayoreo que vive en el aislamiento, ya hay antecedentes de los ayoreos que fueron matados ahí”, insistió Suby Picaneray, un representante ayoreo en la Asamblea Departamental de Santa Cruz. Al mismo tiempo, señaló la importancia de coordinar todas las actividades contenidas en la norma con las instancias representativas del pueblo Ayoreo: la CANOB, la CPESC(19) y la CIDOB(20) y de asegurar la presencia efectiva de sus representantes en las comisiones técnicas multidisciplinarias e interinstitucionales que procederán al cumplimiento del decreto bajo la dirección y supervisión del Viceministerio de Tierras. Según la última versión del proyecto, sus tareas principales como entidad competente incluirán la elaboración de sistemas y estrategias de monitoreo, vigilancia y recopilación de información que permita establecer las áreas de ocupación y de itinerancia de los ayoreos no contactados y la generación de protocolos para la gestión del área, medidas de protección complementarias y medidas sancionatorias necesarias. También se tiene previsto la generación de estrategias de sensibilización y capacitación e información a entidades existentes en el área y el establecimiento de medidas especiales para la ejecución de procedimientos agrarios.

Otro de los obstáculos que surgieron en el proceso de la elaboración del decreto es la potencial existencia de los recursos hidrocarburiferos en la zona transitada por la población en aislamiento. La última redacción del documento abre las posibilidades para las actividades de exploración y explotación minera y de hidrocarburos. Las mismas se realizarían con conocimiento del Viceministerio de Tierras, coordinando con esta instancia las acciones operativas.
Todavía no se cuenta con ningún informe formal del Ministerio de Hidrocarburos respecto a sus futuros emprendimientos en la zona, sin embargo las autoridades no descartan la posibilidad de realizar las operaciones hidrocarburíferas puesto que una de las áreas dentro de la superficie que quedaría inmovilizada pertenece al área del Chaco que es de interés petrolero.
Los dirigentes de la CANOB advierten sobre las consecuencias de las actividades de exploración y explotación en cuanto a la situación de los no-contactados. El ingreso de los agentes externos en el hábitat de estos grupos significa su desplazamiento y puede perjudicar su seguridad alimentaria. “Si se permiten las actividades de exploración esto significa correrlos a los grupos aislados” indica Suby Picaneray.
Tomando en cuenta que el sector estatal boliviano prioriza el desarrollo económico del país e impulsa las actividades extractivas bajo la consigna del “interés colectivo mayor”, se puede interpretar dicha disposición como una amenaza que atenta contra los derechos de los grupos no contactados en lugar de protegerlos y garantizar la intangibilidad de su territorio.
En este contexto un hito importante y un ejemplo que debe ser tomado en cuenta en el proceso de redacción de esta figura jurídica es la resolución que declara como “Zona Intangible y de Protección Integral de Reserva Absoluta” a los territorios dentro del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado (PNANMI) Madidi, promulgada con la finalidad de proteger el pueblo aislado que se presume sean los herederos de los Toromona históricos. De acuerdo a su contenido, las actividades hidrocarburíferas y mineras quedan absolutamente prohibidas dentro del área protegida. Lo mismo se aplica a los asentamientos poblacionales humanos incluso cualquier intervención pueblo a pueblo. Asimismo queda prohibido el ingreso de cualquier agente extremo que pueda poner en riesgo el pueblo aislado(21).

Tomando en cuenta la precisión en la formulación de las restricciones del uso e ingreso al territorio, la norma es un avance importante en cuanto a la protección de los pueblos aislados de Bolivia y abre un precedente estratégico para generar acciones orientadas a preservar dichos grupos.
Finalmente, considerando que los grupos mencionados habitan la zona transfronteriza entre Bolivia y Paraguay, es necesario establecer relaciones diplomáticas y acuerdos binacionales para prevenir e intervenir coordinadamente y en consulta con las organizaciones indígenas correspondientes. Para los mediados de junio de este año está previsto un encuentro entre los presidentes de Bolivia y Paraguay con la finalidad de que los primeros mandatarios firmen un denominado “memorándum de entendimiento” como un acto de buena voluntad para seguir dialogando sobre la problemática de los ayoreos no-contactados.

Vale destacar que los acuerdos binacionales son fundamentales para salvaguardar el hábitat de los pueblos en aislamiento voluntario ubicados en zonas de las fronteras internacionales, puesto que las decisiones gubernamentales, dinámicas económicas y políticas adoptadas por los países pueden incrementar su vulnerabilidad, interrumpiendo los flujos migratorios, los ciclos de reproducción social, cultural y de relación con naturaleza que tienen estos grupos. De igual manera, las proyecciones de mega proyectos pueden causar hasta su etnocidio(22).

A modo de conclusión
En Bolivia existen varios y dispersos grupos en condición de aislamiento voluntario, pertenecientes a diferentes pueblos indígenas, que merecen ser tratados como sujetos de derecho. Su situación especial debe reflejarse a la hora de definir e implementar políticas públicas(23) y en los procesos de desarrollo legislativo. Vale destacar que según el artículo 31 (II) de la NCPE, las naciones y pueblos indígenas en aislamiento gozan del derecho a la delimitación y consolidación legal del territorio que ocupan y habitan. Tomando en cuenta los riesgos a los cuales están expuestos estos grupos constantemente, las instancias correspondientes deberían proceder a delimitar y titular sus territorios con máxima urgencia.
Para garantizar las medidas de protección efectivas y evitar la protección meramente simbólica, el nuevo marco normativo debe responder a las formas de vida y a la situación de extrema vulnerabilidad de todos los pueblos en aislamiento voluntario en Bolivia y garantizar el pleno ejercicio de sus derechos a la vida, integridad física y cultural. El elemento esencial de estas normativas debería ser la intangibilidad y la seguridad jurídica de sus territorios sin dejar vacíos legales que posibiliten el desarrollo de actividades distintas a las prácticas ancestrales de los habitantes no-contactados.En tal sentido, cualquier tipo de actividad, sea de prospección, exploración, explotación u otra, debería estar prohibido en las tierras donde se presume la existencia de estos.


Aleksandra Bergier, Observatorio de Derechos Humanos y Conflictos Socioambientales


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(1) Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social
(2) De acuerdo a la última versión del proyecto de decreto se inmovilizará la superficie aproximada de 3,400,000 hectáreas ubicada en la cordillera del departamento de Santa Cruz de la Sierra, sobrepuesta parcialmente al parque nacional Kaa Iya y el parque nacional Otuquis.
(3) El mundo de los Ayoreode, APCOB, 2002, disponible en CD
(4) Bernard Fischermann, Huida o entrega- vivir en aislamiento. El ejemplo de los Ayorei Totbiegosode en: Pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial en la Amazonía y el Gran Chaco, IWGIA, Copenhague, 2007.
(5) Una mirada a algunas situaciones de los ayoreo aislados en Bolivia, Iniciativa Amotocodie (IA) y la Unión de Nativos Ayoreo de Paraguay (UNAP), marzo 2009, anexos.
(6) El mundo de los Ayoreode, APCOB, 2002, disponible en CD
(7) IA/UNAP, 2009, anexos.
(8) Iniciativa Amotocodie (IA) y la Unión de Nativos Ayoreo de Paraguay (UNAP).
(9) Bernard Fischermann, Huida o entrega- vivir en aislamiento. El ejemplo de los Ayorei- Totobiegosode, en: Pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial en la Amazonía y el Gran Chaco, IWGIA, Copenhague, 2007.
(10) Idem.
(11) Idem.
(12) Idem.
(13) Idem.
(14) IA/UNAP, anexos, 2009.
(15) IA/UNAP, 2009.
(16) Idem.
(17) Idem.
(18) Idem.
(19) Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz
(20) Confederación de Pueblos Indígenas de Oriente Boliviano
(21) Resolución administrativa Nº 48/2006, La Paz, 16 de agosto del 2006.
(22) María del Pilar Valencia, El derecho de los invisibles, un reto para el Estado plurinacional. Marco jurídico aplicable y bases para una definición e política pública sobre pueblos en aislamiento voluntario y contacto inicial, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, mayo 2009, un extracto de consultoría realizada por la autora para El Comité Indígena Internacional para la Protección de los Pueblos en Aislamiento y en Contacto Inicial de la Amazonía, el Gran Chaco y la Región Oriental del Paraguay (CIPIACI), realizado en noviembre de 2008.
(23) Idem.

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