Martes, 20 de abril. Se ha instalado la mesa popular no. 18 “Derechos Colectivos y Derechos de la Madre Tierra”. El evento fue impulsado por el CONAMAQ con el fin de abordar la problemática de los conflictos socio-ambientales y cuenta con el respaldo de varias organizaciones indígenas y no-gubernamentales, entre ellas CPILAP, OPIM, CONAMAQ, CEDLA, CEJIS, PROBIOMA, OINCO, Bolpress, Enlace, Colectivo Casa, CENDA, Yakupacha y FOBOMADE.
En esta jornada se discutieron varios casos emblemáticos que ilustran los principales problemas y las causas estructurales relacionadas con los conflictos socio-ambientales en Bolivia. Después de la inauguración y Q’oa a cargo de las autoridades de CONAMAQ, se presentó los avances y proyecciones de la NCPE. Entre los expositores estuvo Iván Báscope del CEJIS quién sostuvo que los conflictos socio-ambientales en el país se originan en la violación del derecho a la consulta. “Las empresas y las autoridades competentes no prevén los impactos socio ambientales y no reflejan en absoluto la realidad de los pueblos indígenas en sus estudios de impacto socio- ambiental. El modelo de desarrollo en el país no ha cambiado. Al mismo tiempo, no existe respeto al carácter propositivo que cumplen las organizaciones sociales que no tienen acceso directo para poder participar en la elaboración de los nuevos leyes”.
La siguiente parte del evento fue dedicada a los casos emblemáticos relacionados con las actividades petroleras en los territorios indígenas. En el primer lugar se abordó el tema de la red de monitores indígenas responsables del seguimiento de los impactos socio-ambientales causados por la actividad hidrocarburifera en la TCO guaraní Charagua Norte. El delegado del CEJIS, Polo de la Rivas enumeró los principales impactos generados por las empresas petroleras que este equipo de trabajo ha podido identificar hasta la fecha: “La contaminación del agua por hidrocarburos en este territorio ha sobrepasado los límites permisibles en la legislación vigente. Las actividades extractivas tienen un impacto fuerte en la salud en las personas, en la diversidad de fauna y flora. Según los informes técnicos hay incremento muy elevado de enfermedades gastrointestinales que afectan a la población indígena y se ha generado una fragmentación en la estructura orgánica de su organización matriz dado que la consulta se estaba realizando con los dirigentes comunales y sin respetar las instancias superiores del pueblo Guaraní”.
En el segundo lugar se trató el caso de las comunidades campesinas e indígenas afectadas por la exploración petrolera en la Norte de La Paz (Lliquimuni). La autoridad de la OPIM (Organización del Pueblo Indígena Mosetene) Vilma Mendoza enfatizó en la falta de coherencia entre el discurso gubernamental en el exterior y su práctica interna: “El gobierno lanza discursos muy buenos afuera pero adentro del país donde se realizan estos proyectos no los sostiene. Los pueblos indígenas no contamos con los recursos para salir y denunciar lo que nos está sucediendo. Nosotros no nos oponemos a la industrialización pero queremos otro tipo de desarrollo. Violaron nuestros derechos a la consulta, hemos sido mencionado como derechistas porque no fuimos junto con el desarrollo. Nosotros tenemos una estructura organizativa pero la han roto. Empezaron a pagar a los dirigentes y nos hicieron pelear entre nosotros. Hicimos muchas resoluciones y mandamos varias cartas pero los funcionarios del gobierno nunca nos respondieron. Tampoco nos compensaron los daños socio-ambientales”.
El día finalizó con el bloque temático dedicado al impacto de las represas en el Río Madera, Cachuela Esperanza y El Bala y luego se abrió el espacio al debate con los participantes. La siguiente jornada estará dedicada a los temas relacionados con IIRSA y megaproyectos en Bolivia, deforestación en territorios indígenas y la actividad minera en los territorios indígenas campesinos.
Naomi Klein respalda la mesa 18
El evento fue interrumpido por dos sucesos inesperados, por un lado la llegada de una diputada boliviana de la derecha Ninoska Lazarte y por otro la aparición de Naomi Klein, una periodista e investigadora de gran influencia en el movimiento antiglobalización.
La presencia de Ninoska Lazarte fue rechazada por los participantes y la parlamentaria tuvo se retirarse frente a una tempestad de gritos: “La derecha no pasará” y “Fuera.
Uno de los mallkus del CONAMAQ comentó este suceso de la siguiente manera: “Esto es el evento de los pueblos indígenas originarios y en ningún momento vamos a permitir a los partidos de la derecha que se aprovechen de nosotros, la derecha no va a participar en este evento”.
La aparición de la Naomi Klein fue recibida con fuertes aplausos y silbidos. La canadiense felicitó a los participantes de la mesa 18 por su coraje y resaltó la importancia de este espacio del debate: “Es maravilloso estar acá con la famosa mesa 18. Todos los gobiernos del mundo saben una regla: cuando prohíbes algo se vuelve aún más popular. Quiero felicitar a todos los que han hablado por su coraje. Es muy fácil criticar a los gobiernos de la derecha pero muy difícil criticar a los gobiernos que están a nuestro lado. He venido por la invitación del presidente Evo Morales y porque estoy muy inspirada por la visión que está proponiendo. Sin embargo, no veo ninguna contradicción en estar inspirada por el presidente pero también estar acá, participando en esta mesa”.
Klein señaló que no sería justo esperar que Bolivia sea un país perfecto: “Esto no sería justo, no podemos decir esto sobre ningún país. Claro que hay conflictos, siempre van a haber conflictos, pero se trata de cómo los manejamos. Cuando hablamos del cambio climático está claro que la responsabilidad la tienen que asumir los países industrializados. Tenemos que dejar la adicción a la vida consumista y parar la extracción de petróleo. Les han dicho que son asuntos internos pero en la lucha de cambio climático todo es global y no podemos hablar de algo local. Ustedes son los verdaderos protagonistas de la lucha de cambio climático porque están enfrentando a las industrias extractivas”.
Fuente: Observatorio de Derechos Humanos y Conflictos Socio-Ambientales
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