300 familias campesinas son echadas de Chirimoya y Tierra Hermosa

Campesinos integrantes del Movimiento Sin Tierra (MST-B) que habitaban las comunidades agroecológicas de Tierra Hermosa y Chirimoya ubicadas en la provincia Velasco, fueron atacados por un grupo de personas armadas con escopetas y rifles obligándolos a abandonar sus comunidades y sus pertenencias.
Según el presidente del MST-B, Silvestre Saisari, el hecho se produjo el 20 de abril a las cinco de la madrugada cuando la directiva y un importante número de familias se encontraban participando de la Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático en Tiquipaya, Cochabamba.
Saisari, indicó que los principales responsables de este ataque son Américo Gemio, concejal electo del MNR, en el municipio de San Ignacio de Velasco y Blanca Pereira, funcionaria de la misma comuna, quienes aseguran ser los propietarios de las 100 mil hectáreas de tierras que conforman estas dos comunidades campesinas.
Así mismo, señaló que son alrededor de 300 las familias que han sido despojadas de sus viviendas y sus pertenencias y responsabilizó a gemio y Pereira, por la desaparición de tres comunarios campesinos los cuales continúan desaparecidos.
Además, indicó que Anastasio Serrado y Germán Condori, ambos dirigentes del MST-B permanecen hospitalizados en un centro medico de san Ignacio de Velasco con graves lesiones (golpes y cortes) en todo el cuerpo.
Según Saisari, ya luego de esta agresión se intentó ingresar a las comunidades afectadas en compañía de la ministra de desarrollo rural y tierras, Nemecia Achacollo, el viceministro de tierras, Víctor Camacho y al director del Instituto nacional de reforma Agraria (INRA) Juan Carlos Rojas, para intentar restituir a las familias que fueron expulsadas.
Sin embargo, estas autoridades del gobierno también fueron agredidos por sicarios que portaban armas de fuego, palos, piedras y machetes, obligándolos a retirarse del lugar si llegar a ninguna solución favorable a las familias campesinas.
Finalmente, el dirigente campesino, denunció que ni la fiscalía, ni la policía han dado oída a está demanda.
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