Las recientes agresiones verbales de un futbolista argentino contra sus colegas bolivianos impulsaron ayer la motivación para aprobar una ley dura contra el racismo, que penalizará con cárcel a quienes incurran en actos de discriminación.
La nueva ley establecerá sanciones de tres a seis años de cárcel para quienes atenten contra los derechos de igualdad y cometan actos de racismo y discriminación, según el presidente de la Comisión de Política Social de la Cámara de Diputados, Guillermo Mendoza.
El parlamentario de Unidad Nacional (UN), dijo que en la actualidad el proyecto de Ley denominado “Ley de Prevención y Eliminación de toda forma de Racismo y Discriminación” está listo para su debate y aprobación.
Dijo que la propuesta está en consideración de las comisiones de Constitución, Justicia y Policía Judicial y de Política Social para que elaboren una serie de recomendaciones que sean puestas a consideración del Plenario.
Anotó que, si bien se ha previsto que este proyecto de Ley sea analizado por la naciente Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) que será elegida el seis de diciembre, en el marco de los comicios generales, es necesario que comience a socializarse en la comunidad.
“Bolivia no puede mantener actitudes racistas y discriminatorias que vienen del pasado porque está en plena vigencia una nueva Constitución Política del Estado que establece la igualdad de los ciudadanos de todas las condiciones”, dijo Mendoza.
Reveló que el proyecto de Ley propone penas de reclusión de tres a seis años de cárcel para aquellas personas que incurran en esos excesos.
Dijo que si el hecho de discriminación se origina en funcionarios del Estado, la condena debe ampliarse a nueve años de reclusión.
Consultado sobre el entredicho suscitado en el partido del pasado domingo entre los clubes Oriente Petrolero-y Blooming, entre los jugadores Héctor Gaitán de Argentina y el boliviano Alejandro Gómez, Mendoza anotó que la Comisión de Política ha solicitado informes al respecto.
De acuerdo con la denuncia de Gómez, el futbolista argentino habría incurrido en actitudes de racismo y discriminación contra los bolivianos, lo que fue denunciado públicamente.
Mendoza dijo que si bien este tipo de hechos son intangibles porque “es una palabra contra otra”, en este caso hay un testigo de los hechos y afirmaciones que es el árbitro del cotejo.
Informó que la Comisión Parlamentaria había enviado cartas al Ministro de Salud y Deportes, Ramiro Tapia, a dirigentes de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y al Tribunal de Justicia Deportiva para que sancionen al infractor de discriminación.
“De estar aprobada y en plena vigencia la Ley contra la Discriminación y el Racismo, seguramente a este futbolista argentino le sería suspendida la licencia de ejercer su profesión en Bolivia, además de otras sanciones”, advirtió Mendoza.
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