El vicepresidente, Álvaro García Linera, manifestó el domingo que para reivindicar las conquistas sociales de los trabajadores, entre esos, los fabriles, el Gobierno guillotinó el decreto 21060 que castigaba a obreros privándoles de hacer sindicalismo.
"Apenas hemos llegado al Gobierno, lo primero que hicimos con el presidente Evo Morales, fue guillotinar el 21060, el azote contra los trabajadores", dijo.
García Linera acompañó el domingo al Presidente del Estado Plurinacional a la inauguración del campo de juego con césped sintético en el complejo fabril de Villa Esperanza.
El Segundo Mandatario de la Nación manifestó que desde el año 2006 fueron anulados cada uno de los artículos del Decreto 21060 y hoy el fabril sabe que si quiere sindicalizarse "tiene el todo el derecho, la protección y la obligación del patrón de garantizar la vigencia del sindicato para que defienda los intereses y derechos de los trabajadores".
García Linera explicó que el Gobierno mejoró cada año el salario mínimo, aunque dijo, falta aún. "No hubo año que no se haya elevado este beneficio y el conjunto de conquistas a favor de los obreros", destacó.
Dejó en claro que existe una norma para que los trabajadores no sean engañados, sobre todo, los jóvenes que son contratados por tres meses para ser echados por el patrón y posteriormente recontratados para abstenerse de pagar los beneficios sociales de Ley.
Por ello, apuntó que "con la norma no importa si un trabajador está contratado únicamente por tres meses, ya que goza de los mismos derechos y la empresa tiene la obligación de asegurar la estabilidad laboral".
Advirtió que el Gobierno junto con los dirigentes hará cumplir el respeto a las fuentes laborales para que los empleados no sean tratados como esclavos y sin el goce de sus derechos.
García Linera aseguró que el Gobierno lentamente reconstituye la fuerza fabril; porque ha garantizado el derecho a la libre sindicalización y por esa razón se ha incrementado el número de sindicatos de 40 a 70, "pero debería haber por lo menos 500 para fortalecer la fuerza del mundo fabril y potenciar sus organizaciones", dijo.
El Vicepresidente estuvo muy ligado a los fabriles entre 1980 y 1990. Recordó que este sector fue víctima del castigo del neoliberalismo, al extremo de que formar un sindicato o ser dirigente era un delito.
También rememoró que el neoliberalismo, así como cerró las minas y echó a la calle a 30.000 mineros, en el sector fabril cerraron fábricas y despidieron 60.000 trabajadores.
"Era un momento muy triste y eso fue desencadenado con la aplicación del temible Decreto Supremo 21060 que azotó a la familia fabril y a la patria, ya que mientras despedían a los trabajadores privatizaban las empresas, quitaban las conquistas sociales", expresó.
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