El presidente Evo Morales, condenó el lunes los asentamientos en la reserva ecológica del Parque Nacional Isiboro Sécure (PNIS) por parte de cultivadores de coca ajenos a los sindicatos del central Chapare boliviano y, más aún, se dijo conmovido por la muerte de una persona en circunstancias aún no establecidas.
"Ahora entre compañeros se enfrentan, es una enorme preocupación", afirmó el gobernante durante una conferencia de prensa al tiempo de asegurar que su gobierno tomó cartas en el asunto que dejó al menos un muerto, y entre dos y tres heridos.
"Por supuesto estamos ocupándonos", afirmó al rechazar los choques armados entre indígenas yuracarés y cocaleros asentados en la reserva.
"Yo no acepto, condeno todo ese enfrentamiento, y quiero decirles, que esos nuevos asentamientos no corresponden a las seis federaciones del Trópico de Cochabamba, son asentamientos ilegales", insistió.
El gobierno había reforzado el lunes la seguridad en el PNIS, en el centrooeste de Bolivia, escenario el sábado de violentos choques entre indígenas y cocaleros.
El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, dijo que brigadas de la Fuerza de Tarea Conjunta, procederán, de todas formas, con la erradicación de coca, política neural del gobierno de Morales en esa zona.
El despliegue de policías a la reserva del PNIS se registra después de que indígenas yuracarés intentaran desalojar a sembradores del Chapare que intentaban cultivar coca ilegal en ese emplazamiento protegido.
"En el Parque Nacional Isiboro Sécure, un lugar que está prohibido de plantar hoja de coca, se registró un enfrentamiento con el lamentable resultado de una persona fallecida y dos heridos, precisó Rada.
De acuerdo con las investigaciones preliminares que lleva adelante el Ministerio Público, el fallecido era parte del grupo de avasalladores. Los heridos indígenas.
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