11.9.09

Denuncian que indígenas son mandados a vivir a margen de carretera en Brasil

 

Cerca de 130 indígenas guaraní kaiowá, del estado brasileño Mato Grosso do Sul (centro oeste), tendrán que abandonar en días el pedazo de tierra que ocupaban e instalarse en el margen de la carretera, denunció el jueves la organización católica Consejo Misionero Indigenista (CIMI).

"No tienen a donde ir. Los guaraníes tendrán que acampar en el margen de la carretera BR-163, frente a la tierra de la que están siendo echados" por orden judicial, dado que se trata de un territorio todavía no reconocido oficialmente como indígena y que los hacendados locales reclaman, señala una nota del CIMI.

Casi la mitad de los desplazados, de la aldea Laranjeira Nhanderu, son menores de edad.

Las penalidades han sido grandes para las 36 familias, que ya vivieron dos años en el margen de una carretera, hasta que al final de 2007 consiguieron volver a sus tierras de las que son nuevamente retirados.

El reconocimiento legal de esas tierras para los indígenas "ha sido repetidamente bloqueado en la justicia por los hacendados locales", denunció recientemente Amnistía Internacional.

"Debido a las privaciones, dos niños murieron y tres jóvenes se suicidaron en los últimos meses en la aldea", denuncia el CIMI.

Los guaraní debían salir este viernes aunque "acaban de conseguir 48 horas más para hacer el traslado", informó a la AFP un portavoz de la Fundación Nacional del Indio (Funai, estatal).

El estado de Mato Grosso do Sul, lleno de prósperos latifundios agrícolas, acoge "la cuarta mayor población indígena de Brasil, pero viven en situación precaria, en áreas minúsculas donde no pueden subsistir ni producir sus alimentos", explicó el portavoz.

La demarcación de las tierras indígenas es una "cuestión de honor para Brasil y una cuestión humanitaria muy seria", dijo en julio el presidente de la Funai, Marcio Meira.

"Lo que la sociedad de Mato Grosso do Sul tiene que entender es que el proceso de demarcación de tierras no tiene marcha atrás. No hay ninguna posibilidad de esconder 40.000 indígenas bajo la alfombra, el imperativo humanitario es muy grande", declaró en reciente reportaje de la estatal Agencia Brasil el procurador local Marco Antonio de Almeida.

http://www.erbol.com.bo/noticia.php?identificador=2147483919115

 

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