17.8.09

Más de 20 comunidades, a punto de sufrir etnocidio

Hacendados y madereros invaden sus tierras para saquear los recursos naturales y quitarles el acceso a sus alimentos.

Razones dominantes de carácter económico, cultural y social hacen que más de 20 comunidades originarias de Bolivia estén a punto de desaparecer, según una investigación realizada por el Componente de Transversalización de los Derechos de los Pueblos Indígenas, dependiente del Ministerio de la Presidencia.

Esta preocupación fue expuesta ayer por Maritza Salazar, especialista en pueblos vulnerables, en el Salón BISA del Campo Ferial de Bajo Següencoma de La Paz, donde se hizo la presentación de los trabajos publicados por el Componente.

Salazar explicó que los Pueblos Indígenas Altamente Vulnerables (PIAV) son los que están en riesgo de desaparecer porque sufren agresión a su cultura, la invasión de sus tierras, el saqueo de sus recursos, que conlleva graves riesgos de salud, falta de servicios básicos, entre otros. La mayoría son de las tierras bajas de Bolivia, sólo los urus en la parte altiplánica de Oruro.

Informó que en la actualidad algunas de estas comunidades entraron en contacto con la sociedad moderna y otros aún están aislados en la selva. “La incursión de hacendados y terratenientes va socavando la estructura cultural de estos pueblos y prácticamente también los condenan a la marginalidad y al etnocidio”.

Las comunidades de tierras bajas afectadas son los weenhayek, ayoreo, cavideño, mosetén, cayubaba, chacobo, baure, esse ejja, canichana, sirionó, yaminawa, machinerí, yuki (mbya), moré o itenéz, araona, tapiete, pachuara, guarasugwe. Mientras que los urus (Chipaya, Uruito, Murato) son del altiplano.

Estas poblaciones indígena originarios viven en las zonas de difícil acceso, pero algunos han emigrado a los centros urbanos, donde se encuentran en las calles en condiciones de pobreza y exclusión social. En sus territorios combinan la agricultura, la crianza de animales con la pesca y recolección de frutos del bosque.

Los problemas que enfrentan son la pobreza y enfermedades que son introducidas por la sociedad dominante. No tienen inmunidad contra la gripe, sarampión, varicela, micosis pulmonar, malaria y otros.

Los PIAV tienen escasa población, con tendencia a la disminución paulatina de sus habitantes hasta desaparecer. Sus tierras son invadidas constantemente por hacendados y madereros que saquean sus recursos naturales y amenazan el acceso a su alimentación. Estos pueblos carecen de medios para defender su territorio.

Proteger a los vulnerables

Hasta antes de la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado (CPE), los pueblos indígenas no estaban reconocidos, por lo que sus derechos eran vulnerables a ser atropellados.

“Los pueblos indígenas vivieron en territorios a los que el Estado nunca había llegado”, manifestó el encargado de temas indígenas del Ministerio de Educación, Víctor Cuisara.

Destacó que en la actual gestión de gobierno se luchó bastante para dar respeto a los derechos de estos pueblos indígenas, tal cual estipula el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El artículo 31, parágrafo II de la CPE, señala que las naciones y pueblos indígena originarios en peligro de extinción, en situación de aislamiento voluntario y no contactado, serán protegidos y respetados en sus formas de vida individual y colectiva. Esta normativa también protege a los pueblos en aislamiento.

Luchar contra el racismo

Desde el Ministerio de Justicia se elabora un anteproyecto de ley que luche contra la discriminación y que incluya sanciones.

La encargada de la temática indígena en la cartera estatal, Julia Baswaldo, calificó al racismo como “una ideología de la dominación” del blancoide contra aquel que no lo es, porque es evidente que a nivel sociocultural existen razas, diferencias entre seres humanos evidentes en el color de la piel, cabello, constitución física, gestos y formas.

Explicó que mientras no exista una norma no se puede penalizar ningún hecho de discriminación y que el racismo popular basado en la sensibilidad y percepción empírica coge las características físicas palpables y las eleva a su definición de raza.

Agregó que otro racismo llamado científico se basa en el patrimonio genético que está oculto y es imperceptible a los sentidos, tomado en cuenta por los nazis.

http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2009-08-17&idn=5973

 

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