Con una sonrisa y a la espera de comer la suculenta comida que prepara una mujer, Alfredo, de 13 años, cuenta que dejó atrás su vida en el campo para continuar sus estudios en Puerto Rico.
Él es el mayor de cuatro hermanos, quienes junto a sus padres viven en la comunidad San Antonio. El padre de Alfredo se enteró del albergue estudiantil San José, que fue construido por el Programa Evo Cumple, y decidió llevar a su primogénito para que continúe sus estudios.
“Aquí estoy bien, una vez al mes voy a mi comunidad a ver a mi familia y después regreso para seguir estudiando”, relató el niño.
El albergue fue inaugurado el 17 de marzo del 2007 y ahora funciona con el apoyo del municipio y atiende a 60 niños. El coordinador del centro, Laime Rodríguez Ortiz, explicó que gracias a esta iniciativa estos adolescentes pueden continuar sus estudios, “pues en sus comunidades sólo hay hasta el quinto de primaria”.
En el albergue San José los niños reciben alimentación y además cuentan con personas que les apoyan en sus deberes.
Sin embargo, en las últimas semanas su rutina diaria fue rota por la masiva presencia militar, pues el campamento de soldados está justo al lado del albergue y a unos metros de ahí se instalaron carpas, presuntamente para albergar a nuevos colonos.
Rodríguez teme que la tranquilidad del centro, que se encuentra a pocos kilómetros de la urbe, entorpezca el trabajo de los niños y niñas o se ponga en riesgo la seguridad de los mismos.
Hasta la pasada semana las carpas que se instalaron para los migrantes no fueron ocupadas y no se sabe cuándo llegarán.
http://www.la-razon.com/versiones/20090821_006826/nota_247_864940.htm