De las 150 personas que fueron trasladadas de la provincia Vaca Diez del departamento del Beni a la localidad de Nueva Esperanza en Pando, en el marco del plan de nuevos asentamientos humanos, 148 retornaron a su lugares de origen debido a que no pudieron sobrevivir en las tierras fiscales que el gobierno nacional les dotó sin las condiciones mínimas de habitabilidad.
El secretario general de los zafreros, Iver Miranda Cartagena, en declaraciones recogidas por la radio San Miguel de la Red Erbol, dijo que esas personas que recibieron sus títulos de tierras en el municipio de Nueva Esperanza del departamento pandino retornaron a Riberalta en busca de recursos económicos.
“En realidad ya volvió la comisión de compañeros que fueron allá, ellos están conformes con esas tierras, pero como le digo la comisión ya volvió, ahora trabajaremos con las familias que irán a asentarse allá, pero por el momento no se irán porque vamos a buscar recursos económicos para entrar, no podemos meternos así por así, hay que llevarse víveres, allá no hay ni casas”, dijo Miranda.
Agregó que esperan volver a Pando al menos recién en dos meses (o sea un mes antes de las elecciones generales) y que si bien están conformes con la entrega de tierras todavía se debe realizar un estudio de campo serio, debido a que a la principal actividad a la que se dedicarían sería el recojo de la castaña.
Señaló que en Pando se quedaron en calidad de cuidantes solamente dos personas en las más de 29 mil hectáreas que el gobierno les otorgó.
“Se quedaron dos compañeros cuidando allá, la extensión de más o menos 29.500 hectáreas, retornaron los compañeros como les digo y aquí recién se va planificar bien”, sostuvo.
El dirigente de la Confederación Nacional de Trabajadores Fabriles, José Locarrillo, cuestionó que se tome decisiones como el traslado de familias sin que se brinde las condiciones mínimas de habitabilidad.
“Al calor del momento aceptan las personas lo que el Gobierno les propone en este tema tierras, se llevó a personas supuestamente a tierras fiscales sin ni las mínimas condiciones”, manifestó Locarrillo.
Advirtió que ahora los que más preocupan son las familias que se encuentran más al norte de Nueva Esperanza, es decir, las que fueron asentadas en Santa Rosa del Abuná, que son procedentes de Chapare y no tienen las condiciones para retornar a sus lugares de origen.
“Yo creo que están en la misma situación, pero en la distancia en que ellos se encuentran de Chapare creo que no tienen la posibilidad de volver a sus hogares, si estuvieran en posibilidad de volver, también retornarían a sus lugares de origen”, aseveró.
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