Conflicto. El ministro de la Presidencia aseguró que fue un conflicto artificial y que el costo político es mínimo. Los cívicos advierten que el Ejecutivo quiere incendiar Potosí. Oruro alista protestas.
El Gobierno del presidente Evo Morales volvió a tensar la relación con Potosí tras asegurar que el conflicto que paralizó a ese departamento por 19 días fue artificial y motivado sólo por intereses políticos. Los cívicos potosinos respondieron que la declaración es una provocación que busca crear un clima de inestabilidad y convulsión social en esa región del sur del país.
El ministro de la Presidencia, Óscar Coca, fue el encargado de dar a conocer la posición del Ejecutivo, 24 horas después de que una masiva movilización del pueblo potosino respaldó el acuerdo firmado con los ministros, ratificó la demanda de federalismo y advirtió a Evo Morales que no podrá pisar la capital potosina durante los festejos del 10 de Noviembre, cuando se cumplen 200 años de su grito libertario.
"Hubo un falso conflicto y mañana (por hoy) lo vamos a señalar y cuando vean qué han conseguido, ellos verán qué hubo detrás de todo eso, eso mañana (por hoy) lo señalaremos. Con todos estos elementos había cosas que no tenían razón de ser, como el caso del aeropuerto, un tema resuelto con una ley, tenía financiamiento en la Gobernación y de pronto insistían en un punto que, finalmente, se dieron cuenta de que no tenía sentido", afirmó Coca durante una conferencia en la Asamblea Legislativa Plurinacional en la que brindó un informe ante la Brigada Parlamentaria potosina.
Cuando un periodista le preguntó si consideraba que el Gobierno perdió tras el conflicto en Potosí, Coca respondió en tono irónico: "No sé, tal vez alguna monedita, o, alguna cosa así, pero lo demás no", informó la agencia ANF.
La reacción no se dejó esperar. "Lamentamos que (Coca) se atreva a manifestarse así, sobre el movimiento cívico debe haber otra intención. Descalificamos esas aseveraciones, no podemos creer que se atreva a querer incendiar Potosí, él (Coca) seguramente quiere ver sangre", afirmó el presidente del Comité Cívico Potosinista (Comcipo), Celestino Condori. Según Condori, el Gobierno busca un clima de inestabilidad y convulsión.
Pero la nueva ofensiva del Gobierno fue más allá. Coca volvió a acusar al alcalde René Joaquino de ser el promotor del paro cívico. "Celestino Condori dio la respuesta; él admitió que hubo grupos infiltrados que pertenecen al grupo de Joaquino, él lo ha dicho, no lo expresamos nosotros; entonces, ésa es la situación", sostuvo.
Coca brindó un informe sobre los acuerdos logrados con las instituciones cívicas de la Villa Imperial al pliego de seis puntos que demandó esa región. Empero, indicó que recién hoy se hará público el acuerdo suscrito oficialmente.
En Potosí “hubo movilizaciones”, pero que "cuando se explique verán que no ha habido conflicto. Toda esa situación fue creada porque todos los puntos tenían respuesta", indicó.
Los potosinos y sus instituciones cívicas sostuvieron un paro indefinido que aisló todo el sur del país.
Los potosinos demandan la construcción de un aeropuerto, el funcionamiento de la planta de Karachipampa, la construcción de una fábrica de cemento, la concreción del plan vial (Bella Vista-Cotagaita), preservación del cerro Rico de Potosí, y la solución al diferendo de límites con Oruro (por la disputa del cerro Pahua) en el municipio de Coroma, rica en yacimientos de piedra caliza para la fabricación de cemento.
Oruro se declara en emergencia
Las organizaciones sociales del departamento de Oruro se declararon en estado de emergencia en demanda al Gobierno nacional de la atención inmediata a su pliego petitorio regional de 13 puntos, entre ellos la conclusión de la obra del tramo a Pisiga.
Ni bien terminaban los 19 días de paro general indefinido del departamento de Potosí por sus demandas regionales, el Comité Cívico de Oruro encabezó, en la víspera, una masiva marcha de protesta en la capital orureña que culminó en un cabildo abierto, donde se determinó el estado de emergencia.
“Oruro es Pisiga, no puede ser que en 50 años no se haya atendido este pedido del pueblo. No permitiremos más demoras en la ejecución de obras”, afirmó el presidente del Comité orureño, Lino Rocha, según el reporte de radio Pío XII, que forma parte de la Red Erbol.
Rocha, en medio de la multitud movilizada “por la reivindicación orureña”, manifestó también que el cerro Pahua (tema de conflicto limítrofe con Potosí) pertenece al departamento de Oruro. Según el reporte de la emisora, los dirigentes expresaron que si el gobierno no atiende las demandas de los orureños asumirán otras medidas de presión extremas que se conocerán en los próximos días.
Analistas ven que causó un costo político
Los analistas políticos Jimena Costa, Jorge Lazarte, Henry Baldelomar y Carlos Cordero coincidieron, en diálogo con La Prensa, que el conflicto cívico social de Potosí causó un alto daño político al Gobierno y afectó a la figura misma del presidente Evo Morales.
Al respecto, Lazarte anotó que “fue un error que el presidente Evo Morales no hubiera participado en ninguna de las fases en la solución del conflicto. Prefirió hacer otras cosas y no atender las demandas de Potosí y ni siquiera se refirió al mismo o lo hizo en términos ofensivos”. Definió ese hecho como muy grave porque “dejó la sensación de que abandonó a sectores de la población que lo apoyaron y votaron por él (logró casi el 80 por ciento de los votos en las elecciones nacionales). Además, cuando habló o hablaron sus ministros, lo hicieron para descalificar el conflicto que, en realidad, fue un conflicto de pobres contra un Gobierno de pobres”.
Costa recordó que Potosí dio a Evo la segunda votación más importante del país y queda “una sensación de que su problema es el poder, porque al llegar al poder perdió de vista el origen y los compromisos de la campaña e intentó resolverlos como si se tratara de un tema técnico”. “El costo no es sólo para el Gobierno, sino para el propio Presidente. El Ejecutivo se desgastó antes en otros conflictos, pero Evo no. Él estaba apartado, los malos eran sus asesores, pero resulta que ahora el Presidente estaba viajando, jugando fútbol”.
Cordero apuntó que “el Ejecutivo ha mostrado una estrategia y un rostro muy duros e inflexibles. En eso fue una victoria del Gobierno porque no negoció bajo presión, pero el Presidente no fue a la zona del conflicto porque estaba arreglando problemas regionales y mundiales”.
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