El cambio climático marca presencia a través de lluvias atemporales, sequías, inundaciones y epidemias en el territorio nacional, evidenciando las limitaciones del plan de prevención de riegos y desastres, en el oriente y altiplano bolivianos.
El viceministro de Desarrollo Rural y Tierras, Víctor Hugo Vásquez, demandó la ampliación del presupuesto de 120 millones de dólares para atender esos desastres, sobretodo en Oruro y Cochabamba.
El Consejo Nacional para la Reducción de Riesgos y Atención de Emergencias y Desastres (Conarade) y representantes de las regiones afectadas se quejan por la tardía reacción del Ejecutivo, pese a las advertencias del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).
El Ministerio de Economía y Finanzas Públicas aprobó el desembolso de 70 millones de bolivianos para agua, forraje para ganado y la construcción de pozos, entre otros.
Por su parte, el Ministerio de Defensa destinó tres millones de dólares para compra alimentos, vituallas y carpas. El 80 por ciento de los mismos ya fueron distribuidos en el Chaco y el occidente bolivianos.
Pese a las recientes lluvias, los chacos tarijeño, chuquisaqueño y cruceño aún tienen déficit de agua que arrastran desde hace por lo menos cuatro meses, afectando directamente a la actividad ganadera.
La declaratoria de zonas de emergencia y desastre por algunos municipios, no ha servido de mucho para paliar esa situación.
Las cuantificaciones preliminares de los daños dan cuenta de por lo menos cuatro mil cabezas muertas, desde el brote de la sequía.
En Villamontes, por decisión de las autoridades departamentales, se prevé construir 20 pozos semisurgentes de agua, con contraparte de los ganaderos.
COMISIÓN DE DESARROLLO SOSTENIBLE
Al respecto, la presidenta de la Comisión de Desarrollo Sostenible de la Cámara de Diputados, Claudia Paredes, advirtió “que si no se toman medidas de mitigación y atención inmediata de los efectos del cambio climático, los daños podrían ser mayores para productores, agropecuarios y la población pobre”.
Paredes dijo que los efectos de los cambios climáticos como lluvias atemporales, sequías, inundaciones y epidemias, son de constante preocupación de la sociedad civil y sobretodo los damnificados por estos fenómenos, lo que demanda mayor atención de las autoridades.
En ese marco, demandó al Legislativo apresurar y apoyar proyectos de conservación y mitigación de riesgos por la pérdida de agua.
Paredes recordó que las conclusiones de un Foro del Agua, comprometió a la Comisión de Desarrollo Sostenible gestionar la ayuda y atención a esta problemática.
“La distribución tradicional del agua es altamente costosa para los municipios y al mismo tiempo lento en su implementación”, pese a los esfuerzos que realiza el Ejecutivo, “por lo tanto se realiza las gestiones para instituciones puedan dar tecnologías alternativas y más económicas”, afirmó.
Paredes expresó el interés en coordinar con el Poder Ejecutivo para buscar soluciones al problema del agua a corto, mediano y largo plazo.
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