La analista Claudia Peña y el diputado Alejandro Colanzi (UN) coincidieron ayer, en declaraciones separadas, en que la derecha y algunos medios de información están en la estrategia de victimizar a Leopoldo Fernández y motivar un “show político”.
El 15 de octubre, la Sala Plena del Órgano Electoral Plurinacional (OEP) emitió una Resolución que indica que el candidato vicepresidencial por el Plan Progreso para Bolivia-Convergencia Nacional (PPB-CN), Leopoldo Fernández, puede hacer campaña política desde la cárcel de San Pedro. También envió una misiva al Presidente Evo Morales en la que solicita que el reo acceda al contacto con los medios
Peña lamentó la descomposición moral que generó la polémica desatada, a la que incluso se ha sumado Unidad Nacional, abogando por el ex prefecto de Pando.
“Es una campaña acordada, no es solamente una campaña del partido o de la agrupación de Manfred Reyes (candidato a la Presidencia por PPB-CN), es una campaña donde están metidos empresarios, ciertos personajes políticos y algunos periodistas (de algunos medios)”, señaló.
“Hay una inversión de valores que nos debe preocupar mucho, no se pueden rifar ciertos principios morales por un tema de conveniencia política. Hay gente que está perdiendo el norte de quién es el que está siendo acusado por la ley, no es probado, pero sí es acusado”, comentó.
“Creo que es una pulseta y un cálculo electoral”, dijo por su parte Colanzi, y argumentó que la aparición del binomio Manfred-Leo en el escenario político es una estrategia de los partidos conservadores.
“Creo que fue una jugada de los partidos conservadores, de los políticos que se veían derrotados y que no despegaban de su bajo porcentaje en las encuestas. Obviamente la alianza Manfred-Leopoldo pateó el tablero de los (mismos) partidos de la derecha y de los candidatos de la derecha, motivando que algunos desistan (de su intento de candidatear), y provocando alianzas que antes no se esperaban, como las de Germán Antelo con Manfred y Óscar Ortiz con Doria Medina, y la desaparición de otros candidatos”, explicó.
Para Colanzi, el discurso de la victimización de Leopoldo logró sacar a Samuel Doria Medina del “paraguas de centro para posicionarse en la derecha (al abogar por Leopoldo)”.
“Lo veo más como un cálculo electoral”, dijo.
Para Peña, en el “juego” de la derecha, Leopoldo apuesta a conseguir ciertos privilegios y derechos legales a través de los cuales buscará “volcar la tortilla” para armar un nuevo discurso sobre los hechos en Porvenir, donde él aparezca también como víctima, ante la justicia y la población.
Manfred está en la apuesta del voto vía “espectáculo fácil y lágrima fácil”, señaló.
Sobre el papel que desempeñó el OEP en este escenario, Peña dijo que el ente electoral demostró que “no está del lado del gobierno”. Colanzi vislumbra que la Corte empezó a ejercer su función de cuarto poder que le asignara la nueva Carta Magna.
Peña, a su vez, consideró que la Corte hizo una mala lectura del caso Fernández, pues sólo debió derivar a las instancias que correspondían.
Tanto Peña como Colanzi coinciden que en esta coyuntura el pueblo es la víctima, porque no deja que se conozcan las propuestas de gobierno de los partidos.
Ayer, Costas se ratificó en su Resolución y no quiso polemizar más. Evo Morales y Álvaro García, los mandatarios, lamentaron esa intromisión en el Poder Judicial.
“Como no tienen apoyo social, lo que les queda es el escándalo, no importa si es inventado (...) los que no tienen programas recurren al espectáculo grotesco”, dijo García Linera, quien añadió que en breve se vendrán nuevos capítulos de una guerra sucia promovida desde la derecha que, sostuvo, no tiene programa, ideas ni propuestas y opta por el “escandalito” mediático.
Por su parte, Morales anunció que evidenciará la acción de Costas ante los organismos internacionales.
Activistas se insultan frente a la cárcel de San Pedro
Poco faltó para que se fueran a las manos. Ocurrió la mañana de ayer frente a la cárcel de San Pedro de esta ciudad. Detractores y simpatizantes de Leopoldo Fernández, ex prefecto del departamento de Pando, se dieron cita a las 10 de la mañana para manifestarse, unos en su contra y otros a su favor.
Los abogados del actual candidato a la Vicepresidencia de Bolivia por el Plan Progreso para Bolivia Convergencia Nacional (PPB-CN) llegaron con puntualidad. Entraron por la puerta lateral, ubicada en la calle Cañada Strongest, con cierto aprieto, aclarando varias veces de que son “los abogados del prefecto Fernández”.
Y les dijeron a los policías que custodiaban la puerta “que pasen los periodistas, por favor”. Sin embargo, los uniformados no tenían esa orden y dejaron a los periodistas con la palabra en el micrófono.
Mientras, los simpatizantes y rivales de Fernández se apostaron en la acera de la plaza Sucre que queda justo al frente de la puerta central de la cárcel de San Pedro. Y desde allí ambos grupos, divididos de inmediato por una columna de policías provistos de escudos de plástico, empezaron a intercambiar toda clase de adjetivos entre sí. En reiteradas oportunidades obstaculizaron el paso de los vehículos que se dirigían a la zona de San Pedro.
Poco faltó para que llovieran los golpes. El mayor de Policía Manuel Ramos separó a dos personas que discutían al calor de sus enconos, sin pretender darle la razón a ninguno de los dos. Con su autoridad hizo que cada uno se retire a su respectivo lugar. “Si quiere protestar, hágalo, pero no altere el orden, por favor”, conminó.
Una hora después, Sandra Almanza, la abogada de Fernández, denunció que se le había impedido a su defendido ejercer sus derechos y acusó al Gobierno de hacerla expulsar de la oficina del Gobernador de la cárcel con “dos agentes que no eran policías, sino personeros del Ministerio de Gobierno”, que la desalojaron “a empujones”.
Los simpatizantes del ex prefecto, dirigidos por Alejandro Zapata, el secretario general de la Prefectura de La Paz durante la gestión de José Luis Paredes, empezaron a gritar consignas contrarias al Gobierno y a favor del derecho de expresión de Fernández.
Los contrarios, con pancartas en las manos, estaban de acuerdo con que Fernández hable. “Pero que diga por qué mandó a matar campesinos en Pando”, sentenció uno de ellos, provocando una cascada de risas seguida de aplausos y mueras contra el ex Prefecto.
http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2009-10-23&idn=9622