No se ha logrado confirmar el número de fallecidos y heridos, como resultado de los enfrentamientos violentos entre indígenas y cocaleros en el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro-Sécure (Tipnis), registrados el sábado pasado, y se teme —por las diferentes versiones recogidas ayer— que sean más de los inicialmente dados a conocer.
Desde el Gobierno, el mismo sábado se informó del deceso de un colono y de tres indígenas heridos producto de los enfrentamientos. Ayer se confirmó ese fallecimiento, por un impacto de bala, pero los familiares no permitieron que sus restos sean llevados hasta Villa Tunari y los estarían velando en la población de Puerto Zudáñez.
Según uno de los colonos herido de bala y que se encuentra internado en el hospital del municipio de Villa Tunari, junto a él cayó su compañero también con un impacto en la cabeza, del que no se tiene ningún reporte. Laureano Rodríguez de 30 años, oriundo de Mizque (Cochabamba), es la única víctima del choque violento que ha llegado hasta un centro hospitalario. El mismo se encuentra en terapia intensiva, estaba siendo evaluado para someterlo a una intervención quirúrgica para sacarle la bala que estaría muy cerca del lumbar, en el lado izquierdo, según confirmó anoche el comandante de la Policía del trópico, Jorge Flores.
El jefe policial dijo no tener un dato concreto, al margen del herido que llego a Villa Tunari y del fallecido, del total de víctimas y el estado de estas, en ambos grupos, pero que se esperaba tener la información precisa a través del reporte de los dos contingentes policiales que se trasladaron hasta el lugar, uno el sábado y otro ayer, en los que están dos fiscales e investigadores de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcn).
Por informes extraoficiales se conoce que otro colono llegó herido hasta un campamento de la Fuerza de Tarea Conjunta próximo al lugar donde se registraron los enfrentamientos, donde habría fallecido a causa de la gravedad de la herida.
Del lado de los indígenas también se dio a conocer la existencia de una víctima fatal y cinco heridos de gravedad, los cuales fueron trasladados hasta el poblado de San Miguelito. Entre los heridos estarían Jesús Dávalos, de la comunidad de San Miguelito, y los hermanos Florencio y Agustín Noza, de San Benito, según dieron a conocer sus dirigentes desde Trinidad.
El Ministro de Gobierno anunció ayer que se realizaban las gestiones para el ingreso de helicópteros hasta San Miguelito para evacuar a los heridos hasta centros médicos para que reciban atención médica. Sin embargo, no hubo esa evacuación al parecer por el mal tiempo —vientos y lluvia— que se registró ayer en el oriente del país.
Un policía muerto
A las víctimas del enfrentamiento entre indígenas y colonos, se suma un policía que integraba el primer contingente de efectivos que se trasladó el sábado, desde Cochabamba hasta la zona en conflicto para pacificar a los dos grupos. El uniformado habría fallecido al ser arrastrado por las aguas de uno de los ríos, sin embargo este dato no pudo ser constatado por alguna alta autoridad policial ni la identidad del uniformado.
Según fuentes policiales, el efectivo de la Unidad Táctica de Operaciones Policías (UTOP) murió ahogado el sábado cuando se dirigía a pacificar la zona de conflicto con un contingente de 65 policías antidisturbios que salió de Cochabamba.
El efectivo, de apellido Calle, habría perecido cuando los uniformados cruzaban un río, debido a que no sabía nadar, fuentes cercanas a la Policía denunciaron que los efectivos fueron enviados improvisadamente, sin provisiones y sin personal preparado, en vehículos con fallas mecánicas.
El contingente al mando del comandante de la UTOP, Óscar Rojas, se dirigió directo a la zona en conflicto, presuntamente sin conocer bien el terreno y tampoco reparó en pedir apoyo del personal del trópico.
Tras conocerse la amenaza de enfrentamientos, por la decisión de los indígenas de expulsar de sus tierras a los colonos, el sábado un contingente de 70 policías, acompañando a funcionarios del INRA se trasladó hasta la zona. Ayer, ante los choques violentos que se produjeron se trasladó un segundo grupo de policías (de 70) y hoy en la madrugada estaba preparándose la partida de un tercer grupo dirigido por el comandante Departamental, Carlos Quiroga.
Más muertos
• El Gobierno confirmó el fallecimiento de un colono, y fuentes de la etnia yuracaré informan que murió un indígena.
• Un policía que iba al lugar del conflicto perdió la vida tras ser arrastrado por un río.
• Los yuracarés exigen que los “invasores” abandonen sus tierras y el Poder Ejecutivo prometió desalojarlos.
Anuncian desalojo
Los indígenas propietarios de los territorios del Parque Isiboro-Sécure emplazaron al Gobierno a desalojar a los campesinos que invadieron sus territorios. Ayer se replegaron a sus comunidades, pero se declararon en emergencia y anunciaron la convocatoria a los indígenas de otras regiones a ayudarles a defender su territorio.
Atendiendo esta demanda, el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, anunció ayer el envío de un mayor número de efectivos policiales y de todos los que sean necesarios para hacer respetar el territorio indígena, frente al avasallamiento de estos grupos de campesinos.
“Vamos a enviar más policías, para proceder a la erradicación de los cultivos ilegales de coca, porque se ha dicho que no se permitirá el cultivo de la hoja dentro los parques, y se va a proceder al desalojo de personas que de manera irregular pretenden asentarse en el territorio indígena”, advirtió Rada.
El Ministro anunció una tercera acción, la investigación de lo sucedido el sábado para establecer responsables e identificar a los autores de la muerte de una persona y de los heridos.
Aseguró que tras los enfrentamientos del sábado la zona se apaciguó y están alli efectivos para evitar nuevos choques.
Según Rada la disputa inicialmente por tierras se complicó por un segundo factor, la plantación de cocales dentro el parque.