30/07/2012 (El Deber).- Salud y educación son las principales demandas
de las comunidades que decidieron participar de la consulta previa y
cuyos dirigentes consideran que la construcción de la carretera Villa
Tunari-San Ignacio de Moxos es la solución a estos problemas.
Al menos cinco dirigentes de los siete que acudieron ayer a la
inauguración del proceso exteriorizaron sus urgencias y declararon que
las autoridades de Gobierno les prometieron la construcción de escuelas y
postas de salud principalmente, pero a cambio de brindar apoyo a la
consulta. “Por eso estamos aquí”, dijo el corregidor de la comunidad
Santa Anita del Sécure, José Canchis.
Su colega de Santo Domingo, Mario Rocha Noza, recordó que fue el
ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, quien les prometió la
colaboración del Estado si apoyan el proceso.
Las comunidades presentes fueron: Santa Anita del Sécure, Santo
Domingo, San Juan de la Curva, San José del Sécure, Palmar de Agua
Negra, Ushwe y Areruta. Solo 34 de los 60 miembros de la comunidad de
Oromomo estuvieron ayer en el cabildo que definirá la posición del
pueblo, pero nadie parece estar en contra de la carretera. Jhonny Ervi,
corregidor de Oromomo, fue el encargado de dar el discurso inaugural.
Contó que participó de la octava marcha, pero dejó la columna en San
Borja. Aseguró que la Ley 180 de intangibilidad no fue consultada y por
eso organizaron otra marcha para exigir su anulación.
El corregidor de San Juan de la Curva, Hilario Canchi Tayo, dijo que
ellos apoyan la construcción de la carretera, pero que no apoyarán
ningún proyecto de explotación de recursos naturales. “Ellos (el
Gobierno) nos dijeron que la carretera nos puede ayudar, por eso
apoyamos el camino, no han hablado de otras cosas como petróleo”, dijo
Canchi.
Las autoridades comunales relataron que para llegar a Trinidad o
regresar a sus comunidades del Sécure Alto necesitan “cuatro tambores de
gasolina”, eso significa 800 litros y una navegación de siete días.
El profesor Fortunato Bare, un maestro rural mosetén, afirmó que el
Gobierno nunca colaboró con los 105 alumnos que tiene la escuela Oromomo
y relató que ellos reciben “algún” apoyo de los municipios en la
provisión de material escolar que consiste en 50 unidades de cuadernos y
archivadores para todos los alumnos y que nadie tiene los suficientes
recursos para salir a comprar su material escolar.
Por momentos, en medio del acto, parecía que se había transformado en
un acto en contra de la carretera. El profesor de Oromomo, el mismo que
sale en la propaganda del Gobierno a favor de la consulta, volvió a la
comunidad para cantar una canción: “Vengan hermanitas, ustedes también
hermanitos, defendamos nuestro territorio y también nuestra comunidad.
Este es el territorio de nuestros abuelos, defendamos nuestro
territorio, para que vivan nuestros hijos”, cantó, primero en tsimane y
luego en castellano.
Felipe Quispe Quenta, ministro de Medioambiente, . Quispe describió al
Tipnis como el pulmón del mundo y de Bolivia. Dijo que era un lugar
donde se forman las lluvias y como el hogar de aves, animales y plantas.
Pero luego describió la forma en la que viven los tsimanes, yuracarés y
moxeños que lo habitan; el acto volvió a su cauce. Alta mortalidad
infantil y materna, falta de salud, educación, servicios básicos y falta
de oportunidades fueron algunos de los males descritos. Ahí acabó el
acto. Luego del almuerzo, comenzó la consulta.
La intangibilidad empuja el sí a la vía
La definición de intangibilidad reglamentada por el Gobierno es, al menos en las comunidades de Alto Sécure, el motor sobre el que avanza el sí en la consulta, que ayer comenzó en Oromomo y San Miguelito. La frase del senador masista, Isaac Ávalos, “no podrán cortar ni una flor del monte”, se convirtió en un reglamento que, según el corregidor de Oromomo, Johnny Ervi, maniató al pueblo y lo condenó a la pobreza. Eso provoca que estén convencidos de que debe construirse la carretera y que por ella les llegará educación, salud, electricidad, agua potable, heladeras y televisores.
La definición de intangibilidad reglamentada por el Gobierno es, al menos en las comunidades de Alto Sécure, el motor sobre el que avanza el sí en la consulta, que ayer comenzó en Oromomo y San Miguelito. La frase del senador masista, Isaac Ávalos, “no podrán cortar ni una flor del monte”, se convirtió en un reglamento que, según el corregidor de Oromomo, Johnny Ervi, maniató al pueblo y lo condenó a la pobreza. Eso provoca que estén convencidos de que debe construirse la carretera y que por ella les llegará educación, salud, electricidad, agua potable, heladeras y televisores.
De eso se habló en la primera reunión de la consulta por la carretera
Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, pero primero hubo un acto de
inauguración transmitido para todo el país. Allí, Ervi dijo que por fin
llegó la consulta que tanto habían esperado; la vicepresidenta del
Tribunal Electoral Departamental de Beni, Jenny Dely Suárez, añadió que
será un proceso que fortalecerá la democracia; uno de los dos
presidentes que tiene la Subcentral Sécure, Carlos Fabricano, recordó
que esta consulta es fruto de la Ley 222, que nació en la marcha del
Conisur, en la que caminaron “los legítimos habitantes del Tipnis”.
Fabricano ‘lamentó’ que los ‘otros’ dirigentes estén tomando acciones violentas, oponiéndose a la consulta.
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