4.10.11

El responsable de la oficina regional del CEJIS Trinidad Hernán Ávila relata detalles de la represión a la marcha indígena



En la conferencia de prensa realizada ayer en la ciudad de Santa Cruz, el responsable de la oficina regional del CEJIS Trinidad Hernan Ávila Montaño contó detalles de la violenta intervención a la marcha indígena del pasado 25 de septiembre, en la que él también fue víctima. "Querían subirnos en grupos de 40 personas a un avión y nos resistimos. Nos echamos al piso y dijimos que si nos llevaban era a la fuerza. En eso sonaron unos petardos de la gente de Rurrenabaque y los policías empezaron a sacar sus cosas de las camionetas y al verse rebasados prácticamente escaparon", dijo Ávila.

El Lic. Ávila ha sido golpeado brutalmente por los efectivos de la policía en un intento de defender a las mujeres indígenas, quienes pese a tener niños pequeños en sus brazos, estaban siendo apaleadas por los uniformados. “Vi que los policías empezaron a golpear a las mujeres indígenas con palos, a las mujeres con sus hijos en brazos, no les importaba.” Ávila recibió numerosos golpes con palos y escudos en sus piernas hasta caer al piso donde los policías continuaron maltratándolo, pateando su cabeza, cuello y brazos, manteniéndolo boca abajo con un zapato sin dejarle respirar y dándole golpes con un palo cuando intentaba levantar su cara, además de acompañar su accionar violento con amenazas e insultos relacionados con su identidad como asesor y defensor de los derechos de los pueblos indígenas: “Habla pues ahora habladorcito!”.

Respecto a la brutalidad y maltrato a los principales dirigentes indígenas Fernando Vargas, Miriam Yubanore y Celso Padilla, el funcionario del CEJIS sospecha que la policía había identificado a estas personas antes de la intervención como máximos líderes de la marcha. “Creo que había una instrucción ya definida para ciertos dirigentes, además de los que hacían guardia indígena”, dijo. “No les importó, los niños gritaban aterrorizados, algunos huían al monte, a una niñita de 12 o menos años de edad igual la golpearon y le hicieron un tajo en la cara, como es la hija del Tata Rafael Quispe, dirigente del CONAMAQ. Entonces creo que estaban identificados porque ensañarse así con una niña de esa edad es buscando quebrar a un dirigente”.

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