Movimientos sociales
Somos indígenas, quilomberos, campesinos, ribereños, pescadores, trabajadores y trabajadores de Brasil, Ecuador y Bolivia, reunidos en el I Encuentro Sudamericano de Poblaciones afectadas por los proyectos financiados por el BNDES.
Somos, todas y todos, afectados por estos proyectos, para lo que nunca hemos sido consultados y que se nos presenta como el nuevo desarrollo que promoverá el progreso en Brasil y en Sudamérica.
Estos proyectos son financiados por el BNDES (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social) de Brasil, dirigidos al monocultivo de la caña de azúcar y eucalipto, a la producción no sustentable de carne, a la explotación minera, a la construcción de fábricas de celulosa, centrales de producción de bioenergía, fábricas de acero, centrales eléctricas y obras de infraestructura, como puertos, ferrocarriles, carreteras, oleoductos y ductos para minería. Esto afecta directa y profundamente nuestras vidas, en especial a las mujeres, nos expulsan de nuestras tierras, destrozan y contaminan nuestras riquezas que son los ríos, bosques, aire y mar, de los que dependemos para vivir; afecta nuestra salud y amplía la forma de explotación permanente sobre los pueblos de nuestros países.
El aumento de las inversiones del BNDES, que sólo en 2009 puede superar los 160 billones de reales (unos 91.542 millones de dólares), utilizando los recursos del Fondo para los Trabajadores (FAT) y del Tesoro Nacional, están sirviendo para aumentar las ganancias de un pequeño grupo de decenas de grandes empresas de capitales nacionales e internacionales. Mientras tanto, la apropiación de nuestros territorios por parte de esas empresas, el agua, los bosques y la biodiversidad no sólo amenazan la seguridad alimentaria de nuestras comunidades, sino también la soberanía alimentaria, mineral y energética de nuestros países. De esa forma, los financiamientos promueven la integración de América del Sur que se basa en una fuerte concentración de capital sin control, la privatización de territorios de uso común y la exportación de recursos naturales de nuestro continente.
En varias ocasiones buscamos a las autoridades para protestar en contra del financiamientos del BNDES a estos proyectos, pero nuestros argumentos fueron siempre ignorados. De hecho, lo que encontramos es el compromiso de gran mayoría del Ejecutivo, Legislativo y Judicial con la defensa de estos proyectos que promueven la constante violación a nuestros derechos. Enfrentamos cada vez más dificultades para la demarcación de nuestras tierras indígenas y de los quilombos, la aplicación de la reforma agraria y conseguir trabajos con derechos garantizados en el campo y las ciudades.
Denunciamos las amenazas reales, hostigamiento y la criminalización que estamos sufriendo, que se ha cobrado la vida de un sinnúmero de compañeros en la defensa de nuestro territorio, nuestros ríos, mares y bosques.
Nuestro intercambio de experiencia pone de manifiesto que existe un bloque formado por grandes empresas multinacionales, el Estado y los grandes medios de comunicación, que crean, promueven y se benefician de los proyectos que financia el BNDES. El principal argumento para justificar estos financiamientos del BNDES –la generación de empleos– es falso. Los proyectos financiados destruyen las formas de vida de las comunidades afectadas y los empleos creados por el financiamiento, además de ser insuficientes, aumentan la superexplotación de trabajo, que incluso muchas veces llega a ser trabajo esclavista. Las grandes infraestructuras y la reestructuración de los procesos de producción, que automatizan y tercializan la producción, afectan a más trabajadores y trabajadoras. El resultado es un gran número de desempleados y despedidos, con derechos cada vez más reducidos.
Nuestra lucha es por la vida y contra la muerte que los proyectos del BNDES han promovido a través de su financiación. Luchamos contra la acumulación capitalista y el lucro que causan la crisis ambiental, climática, económica y social que vivimos, luchamos para garantizar el respeto de la dignidad y diversidad de la vida de las poblaciones de América del Sur.
Dada esta situación, estamos comprometidos a:
-Continuar nuestra lucha para defender nuestra tierra, aire y agua, seguro de que esta será la principal herramienta para resistir a los proyectos financiados por el BNDES.
-Socializar con nuestras comunidades, los movimientos sociales y el pueblo de nuestro país toda la información y quejas reportadas en esta reunión y alentar la labor de formación en nuestras regiones de Brasil y América del Sur sobre el papel del BNDES y gobiernos que promueven trabajo modelo, el desarrollo, pero el servicio de la acumulación de los beneficios de las grandes empresas multinacionales.
-Articular y fortalecer nuestra lucha constante contra los proyectos de represas, plantaciones, celulosa, biocombustibles, agricultura, minería, infraestructura y la industria del acero, buscando fortalecer nuestra resistencia.
-Exigir al BNDES criterios socio ambientales transparentes que no se limiten a la legislación medioambiental y el “ambientalismo de mercado”, la incorporación de la equidad de respetar la diversidad de estilos de vida y de producción existentes en los territorios. También, exigir el respeto de los derechos humanos y la aplicación precisa de los tratados y convenciones ratificados por nuestro país.
-Denunciar las graves consecuencias de estos proyectos en los pueblos indígenas de nuestros países, apoyar y alentar su lucha contra los proyectos que destruyen sus territorios, además, exigir la inmediata demarcación y sacar a los intrusos de las tierras indígenas.
-Fiscalizar las irregularidades de las empresas financiadas por las BNDES.
-Exigir a las BNDES transparencia y acceso irrestricto al conjunto de informaciones de los financiamientos.
-Responsabilizar al BNDES y al gobierno por los daños causados por los proyectos que el Banco financia y exigir la suspensión del financiamiento a las empresas que cometan delitos, que degradan el medio ambiente y las condiciones de trabajo.
-Fortalecer nuestra lucha por un proyecto popular que puede generar perspectivas para todos y, especialmente, para los jóvenes, para que no dejen nuestros territorios amenazados por los proyectos financiados por el BNDES.
-La lucha en nuestro país es por una fuerte integración de los pueblos, por la economía solidaria, por nuestros derechos, por la garantía de nuestra soberanía, el bienestar de las comunidades y la integridad de nuestros territorios.
- Exigimos que el BNDES sea una herramienta para fortalecer este nuevo proyecto de la sociedad.