27.10.09

La propiedad de la tierra revaloriza a la mujer

Uno de los efectos inmediatos del proceso de titulación de tierras a nombre de mujeres fue la revalorización de la sociedad de estas personas y su posibilidad de acceder a servicios múltiples en el futuro, destaca un estudio del Instituto Nacional de Reforma Agraria, INRA.

El trabajo de saneamiento y titulación de tierras demandaron la realización de actividades educativas y reflexivas que promovieron la participación plena de las mujeres, dice el estudio.

Ese hecho significó para muchas mujeres acceder a espacios educativos que tradicionalmente les habían sido negados. En la zona del trópico de Cochabamba, las mujeres propietarias de pequeñas propiedades han señalado que aún no utilizaron sus títulos de propiedad para acceder a servicios, pero reconocen que la dinámica del saneamiento les permitió ser parte de procesos educativos.

“El acceso de las mujeres a estos servicios adquiere además, connotaciones importantes, pues el hecho acrecentó su autoestima y posibilitó el reconocimiento de la sociedad, ya que por primera vez se consideró a las mujeres como titulares beneficiarias de esos servicios. Por primera vez las empresas, alcaldías y organizaciones no gubernamentales las identificaron y consideraron como actoras del desarrollo y sujetos de derechos”, se indica.

Machismo

La situación y condición de las mujeres no es nada alentadora ya que en el área rural prima el pensamiento patriarcal y machista que considera a las mujeres de menor valor que los hombres.
Las mujeres, se añade, soportan una serie de exclusiones y discriminación. Por esas razones, en general, se advierte que las mujeres rurales se sienten frustradas en su realización como personas y con una baja autoestima. La situación se agrava por el desconocimiento de sus derechos y normas que las protegen.

En medio de esa realidad, la titulación de tierras les dio una gran satisfacción, pues ellas ven que el consignar sus nombres en los títulos ejecutoriales se les reconoce igual derecho propietario que los hombres. Esto de alguna manera hace “subir de categoría” dentro de sus comunidades. “Aunque para indicar a cabalidad que existe reconocimiento y posición de las mujeres en la comunidad se tienen que tomar otros indicadores como el de haber sido autoridad, desde vocal a ejecutiva, pasar por preste mayor de la fiesta de la comunidad y otros aspectos.

Se indica que la titulación de la propiedad agraria a favor de las mujeres es significativa pues les ha permitido ver de manera objetiva el valor que tienen como personas y ciudadanas, pues para muchas de ellas, por primera vez en su vida, se las reconoce como sujetos de derechos.

Se agrega que el obtener el derecho propietario de sus tierras es un hito importante en sus vidas, ya que da lugar a que se inicien una serie de demandas para la exigencia de sus derechos que conllevan una mejora en su situación sociocultural y hasta económica dentro de sus comunidades.

Subvaloración

Antes del proceso de saneamiento y titulación, la condición y posición de las mujeres en la estructura social de las comunidades rurales estaba subvalorada ya que no se la consideraba titular de derechos. Imperaba una situación de sometimiento y discriminación contra la mujer, respecto a la distribución de tierras, dice el estudio.

La titulación de tierras a favor de las mujeres, independiente de su estado civil, las legitimó como titulares de derechos propietarios, situación legal que ahora las mujeres rurales reconocen como altamente positiva e histórica, considerándola como un gran avance y una cuestión de respeto y dignidad que rompe viejos estigmas del pensamiento colonial.

Después de la titulación las mujeres expresan que cuentan con mayor prestigio y reconocimiento social. Afirman que la titulación les ha otorgado tranquilidad y seguridad frente a la amenaza latente de despojo de sus tierras, por su condición de mujer, agrega la investigación.

Las mujeres de todos los departamentos y propietarias de los distintos tipos de propiedad (pequeña propiedad, propiedad comunaria, mediana propiedad, tierras comunitarias de origen), contempladas en el estudio, a pesar de pertenecer a distintos pisos ecológicos y a diferentes realidades, celebran el haber podido acceder a la titulación de su propiedad agraria, pues les ha permitido tener igualdad de derechos ante los hombres”.

“En muchas comunidades de las zonas altas, la práctica equivocada de determinados usos y costumbres hizo que las mujeres no pudiesen acceder a la tenencia legal de la tierra, pues se piensa que la mujer se irá a las tierras del marido, por lo tanto, las tierras deben quedar en manos de los varones (hijos, tíos, primos u otros miembros de la familia)”.

Donde aún no llegó el saneamiento de tierras, se constata que la mayoría de las mujeres adultas mayores vive de la caridad o conmiseración de los parientes.

http://www.opinion.com.bo/Portal.html?CodNot=78566&CodSec=3

Vistas de página en total

Archivo del blog