Sólo en el mes de junio, la tala ilegal de árboles ocasionó la desaparición de 578,6 kilómetros cuadrados de bosques de la Amazonia brasilera, una superficie equivalente a la mitad del área de la ciudad de Río de Janeiro, según anunció el Gobierno.
El Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) adelantó que, no obstante, ese resultado se redujo en un tercio con respecto a las estadísticas registradas en la misma fecha del año anterior, en el que registró 870 kilómetros cuadrados afectados.
El organismo estatal apuntó que los datos divulgados “no son exactos”, ya que el monitoreo por satélite fue perjudicado por la densa concentración de nubes sobre la Amazonia.
Asimismo, la destrucción registrada se refiere sólo al 57% de la superficie de la región donde fue posible cosechar los datos.
Para obtener estos resultados el INPE utilizó un sistema de monitoreo por satélite denominado Deter, el cual detecta la deforestación en áreas superiores a 2 mil 500 metros cuadrados.
El balance oficial y más detallado sobre la deforestación en la Amazonia de Brasil se realizará con el sistema de monitoreo por satélite denominado Prodes, que será difundido al final del año.
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